31 Goles en 15 partidos
Cada equipo tiene rasgos que los distinguen sobre el resto. Los diferencia. Y los define. Si del Boca de Guillermo se tratara, rápidamente se podría asegurar que el aspecto que lo resaltó desde el comienzo fue su voracidad goleadora. Justamente, una cualidad que lo catapultó hacia el título en el torneo 2016/17. Y hasta el día de hoy, lo despegó del resto.
Con las lesiones de Gago y principalmente la de Benedetto, sin embargo, esta característica mermó. Así lo marcan las estadísticas, claro. De hecho, simplemente basta con revisar la cuota goleadora del equipo en el segundo semestre del 2017 y en el 2018 para darse cuenta de ello. Hasta el receso, Boca había marcado 31 goles en 15 partidos, si se cuenta también la labor en la Copa Argentina. Es decir, más de dos tantos por encuentro. Una cifra que le permitió terminar el año en lo más alto de la tabla. Lógico, para conseguir ser tan contundente en el área rival mucho tuvo que ver el funcionamiento del equipo. Y la eficacia del Pipa, quien marcó nueve tantos que le sirvieron para terminar el año como máximo artillero del torneo. Hasta que se lesionó. Y todo cambió. En el 2018, tras la rotura de ligamentos del 9, Boca jugó diez partidos y anotó sólo 12 goles. Un número notablemente inferior al que había mostrado
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La cifra es del segundo semestre. Eso da más 2,06 goles de promedio por partido.