HACE ESCUELA
Nacho volvió a su colegio en Hughes con la Fundación River y hasta hizo jueguitos con los chicos en un aula.
PATEÓ EN EL AULA Y LAS MAESTRAS NO LO RETARON...
Cuando tiene la pelota en sus pies, es muy sencillo advertir que Ignacio Scocco es un maestro. Aunque las cualidades del delantero de River exceden ampliamente sus virtudes futbolísticas. Nacho es un maestro de la vida que hace escuela con sus valores.
Por eso, como parte del programa Entrenando Valores de la Fundación River, a los 32 años regresó a la Escuela N° 504 de Hughes, donde realizó la Primaria, para compartir un día muy especial con los chicos, maestros y directivos. Además, fue acompañado de su esposa, sus hijos y su mamá Marita, quien no pudo contener las lágrimas de emoción durante toda la jornada. Porque aquel nene que corría todo el día detrás de una pelota hoy no sólo es un hombre exitoso sino un ejemplo y modelo para Hughes, un pueblo de apenas 5.000 habitantes ubicado a 300 kilómetros de la ciudad de Santa Fe. “Luchen por sus sueños que con esfuerzo, dedicación, compromiso y humildad siempre pueden hacerse realidad”, fue uno de los tantos mensajes que dejó Scocco.
“Me acuerdo que siempre mostrabas mucho interés en educación física y al resto de las materias no tanto, jaja. Ya tenías claro el objetivo...”, le recordó a Nacho su ex maestra Susana, quien lo recibió con un emotivo y orgulloso abrazo. Durante la charla que el goleador desarrolló para los 250 alumnos, hizo hincapié principalmente el “sacrificio” que tuvo que hacer al irse de su casa (a Rosario, para sumarse a las Inferiores de Newell’s) para perseguir su sueño. Y les dijo algo así como “cuando alguien te dice que no podés está hablando de sus limitaciones, no de las tuyas”, para potenciar aún más su mensaje motivacional. “Lo más admirable es la humildad que tiene y los valores que transmite”, dice Dolores Irigoin, directora ejecutiva de la Fundación River, quien entregó las donaciones para el colegio: una TV LED y un DVD.
Un día antes, el jueves, quienes disfrutaron de la presencia de Scocco fueron los más de 300 chicos del Hughes Football Club, la humilde institución en la que la figura de River empezó a patear y de la que hoy es el presidente. Allí, además de compartir un rato con los pibes, el club recibió varios materiales por parte de la Fundación: luces led, pelotas e indumentaria deportiva donado por adidas.
De todas formas, el momento que más disfrutó Scocco y todo el pueblo fue la visita a la escuela de su infancia su infancia. De hecho, Nacho recorrió cada una de las aulas para sacarse fotos y hasta se puso a hacer jueguitos delante de un pizarrón. Inolvidable. Ah, y él también se recibió regalos: una remera de la escuela firmada por los nenes y un mural con su caricatura. Aunque lo mejor fue la despedida: los pibes imitaron el festejo (made in Pogba) del ídolo de Hughes. En eso también hace escuela.