Ábila mantiene la racha con la que cerró el semestre pasado y con su gol a Alvarado quedó a uno de Cauteruccio, el máximo goleador de la competencia.
Tal vez si Darío Benedetto hubiera estado recuperado totalmente, Ramón Ábila habría estado sentado en el banco de suplentes. Pero el Pipa estuvo en el palco y no en el campo, Wanchope siguió entre los 11 y mantuvo su costumbre goleadora, esa que adoptó sobre el final de la Superliga y no abandonó. Y con el gol a Alvarado llegó a los diez en la Copa Argentina, lo que lo puso a uno de convertirse en el máximo goleador de la competencia.
El gol de anoche de Ábila fue típico del Boca de Guillermo, como tantos que le tocó convertir a Benedetto hasta la lesión: llegada al fondo de Pavón y centro bajo para que el número 9 del equipo la empuje debajo del arco. Fue a los 24’, para el 20, tras una jugada que inició Zárate. En el festejo, Wancho no dudó en correr para el banco de suplentes y abrazar a su amigo Tevez...
Después de su gol, el #17 tuvo otras dos oportunidades para convertir, pero en ambas estaba en posición adelantada. Por lo que se quedó con ganas de sumar otro tanto en la goleada xeneize y al mismo tiempo alcanzar a Martín Cauteruccio, quien actualmente juega en Cruz Azul pero tiene 11 entre Quilmes y San Lorenzo y se mantiene como máximo artillero de la Copa Argentina desde el 17/11/2015, hace más de 1.000 días. Los goles de Ábila, en tanto, fueron con las camisetas de Deportivo Morón, Sarmiento, Huracán y ahora Boca.
Si bien Benedetto espera reaparecer durante este mes de la tendinitis aquileana izquierda, Wanchope hizo mucho mérito para pelearle el lugar. Desde fines del torneo pasado, cuando metió siete goles en los últimos cinco partidos, dos a Newell’s, dos a Unión, uno a Gimnasia (estos por la Superliga) y otros dos a Alianza Lima (Libertadores). Además, también valoran lo positivo que siempre fue para el plantel, fundamentalmente cuando le tocaba esperar en el banco detrás de Walter Bou.
Anoche, su participación se terminó a los 25 minutos del segundo tiempo, cuando Guillermo lo reemplazó con Tevez, que se paró de 9 y a veces alternó con Zárate. Sin embargo, Ábila ya había cumplido con su parte en la Copa Argentina. Ya tendrá otra oportunidad para desbancar a Cauteruccio y llegar a lo más alto.