¡PICO Y PELA!
Colón se le plantó al San Pablo, tuvo paciencia, trabajó el juego y Fritzler la clavó en un ángulo. El equipo de Domínguez es puro sacrificio, y encima la vuelta es en Santa Fe.
No hay dudas de que Eduardo Domínguez le cambió la mentalidad a este Colón, que no sólo ya no sabe de promedios sino que además ahora tiene roce internacional. Y no queda apenas en palabras, ya que todo eso lo demuestra en el campo. Como ayer en un tal Morumbí, donde se le plantó al San Pablo y más: cuando el anfitrión se le iba encima, Fritzler (segundo gol internacional en 48 PJ: el anterior con Lanús ante Olmedio) capturó un rebote afuera del área grande, la pelota se desvió y se metió en un ángulo. ¡Golazo!
Con los más de 5.000 hinchas de Colón (ver
también viajó la ilusión de un equipo utilitario que por primera vez visitaba Brasil, que la Superliga pasada terminó 11º, que se metió en la Sudamericana 2019 y que ayer lució a sus refuerzos (ver
Pero también viajó la paciencia de Domínguez. El ex DT de Huracán no fue a Brasil a hacer locuras, tampoco a meterse atrás, eh, pero nada de locuras.
Plantado en campo propio, línea de cinco en el fondo aprovechando el ancho de la cancha, cuatro en el medio y Correa arriba para pescar algún rebote. Rebote que, en definitiva, fue para el debutante Erik Godoy que tuvo la más clara del PT: abajo del arco, le pegó con la pierna luego de que Fritzler la desviara y la pelota se fue por encima del travesaño.
El San Pablo de anoche no fue el mismo que el finde pasado le ganó 2-0 al Cruzeiro y que es el escolta del Flamengo en el Brasileirao. Porque si bien Húdson quiso ser la manija, chocó todo el tiempo con Fritzler; lo mismo pasó con Nené, de los pocos que se hizo cargo de la pelota y encaró, aunque siempre que se metió en zona de peligro perdió con la defensa, con el uruguayo Burián o incluso sus propios compañeros no supieron cómo resolver. Por su lado, el Sabalero se apoyó en Fritzler y condujo con Heredia y Estigarribia.
La segunda parte tuvo como protagonista al equipo de Diego Aguirre, pero con más voluntad que juego. De hecho, una de las más claras se produjo porque Burián se confió luego de un tiro libre que rebotó en la barrera y que le cayó en la cabeza a Alves: la pelota dio en el travesaño. A medida que fueron pasando los minutos, Colón empezó a cuidar más el empate y eso lo hizo pasar algunos sobresaltos, aunque no resignó las contras: Fritzler le pegó de afuera y el rebote en Húdson le dio el triunfo al Sabalero. ¡Pico y Pela!