SÚPER PODEROSAS
Las chicas del handball rompieron todo ante una multitud: oro y la arena fue una fiesta.
LAS 9 LO FESTEJAN A PURO GRITO Y EMOCIÓN. GROSAS.
Vamos chicas, juguemos con el alma, tenemos que dejar todo en la cancha. Miren las caras de ellas, están todas cagadas. ¡No podemos perder! La medalla tiene que quedarse en casa. ¡Vamos a dejar todo!”. Ésa fue la arenga de Lucila Balsas momentos antes de saltar a la arena del Parque Sarmiento para disputar la final por el oro ante Croacia (antes le habían ganado a Hungría en semi). Con esa motivación, estas chicas se comieron crudas a las croatas: fue un contundente 2-0, con parciales 14-10 y 18-16. Las pibas hicieron delirar a más de 2.500 personas que vieron el choque desde las tribunas y en las pantallas gigantes ubicadas en distintas zonas del predio. Es que, como el estadio se desbordó desde temprano, debieron poner estas pantallas para que la gente pudiera seguir la final de un deporte que no es olímpico pero que ellas lograron que fuera la sensación de los Juegos de la Juventud.
Este grupo que se juró llegar alto en Buenos Aires logró su objetivo sin dejar ningún detalle librado al azar. “Soñábamos con meternos en la lucha por medallas, sobre todo desde comienzos de año. Queríamos que la bandera argentina quedara lo más alto posible y nos preparamos para eso. También nos propusimos llevar al beach a un escalón en el cual pudiéramos decir que era un deporte conocido por la gente y, por lo que vimos, logramos eso”, le dice Balsas a Olé, bien aferrada a su medalla, ésa por la que lloró minutos atrás.
Lejos de ser un equipo egoísta, las pibas mostraron, tanto dentro como fuera de la arena del Parque Sarmiento, que estaban preparadas para jugar dos partidos: desde lo físico y lo mental. En ambos aspectos se impusieron con claridad a sus rivales, quienes intentaron pasarles la presión de jugar en casa, pero las chicas, que venían de ser terceras en el Mundial Sub 17 en Isla Mauricio el año