¿SE VIENE RICKY AL RINCÓN?
Pisala ahora, la puta que te parió...”, le gritaban, burlones, los hinchas de Rivera Ricardo Centurión segundos después de que entrara en el segundo tiempo. Ellos todavía tienen muy fresca en su memoria aquella salida de Ricky de la cancha, expulsado, mientras se hacía la franja simbólica de Boca sobre la casaca de Racing en el partido que había marcado la eliminación de la Academia de la Copa Libertadores, el 29 de agosto pasado. Esta vez no hubo reacción del volante hacia la gente del Millonario, pero sí hubo otra actitud que hizo ruido e, incluso, fue más grave. Porque involucró a su técnico, Eduardo Coudet.
Con un Racing que seguía desconcertado, sin rebeldía y 2-0 abajo, el Chacho decidió agotar la tercera variante con el ingreso del Wachiturro (antes las modificaciones habían sido Cvitanich por Cristaldo y Zaracho por Cardozo). Al ver que lo estaban llamando, Centu, el único de los cuatro suplentes que en ese instante no se estaba moviendo en el calentamiento, puso cara de pocos amigos. Se mordió el labio inferior, agachó la cabeza y se dirigió hacia el banco. Tras tirar la pechera de mala manera sobre uno de los asientos, desoyó al entrenador que lo llamaba. El momento de más tensión se vio cuando Coudet se le acercó para insistir en el intento de darle indicaciones. Le empezó a hablar al oído, muy posiblemente con la inclusión de algún reto por el desplante anterior. Ahí Centurión lo empujó con su brazo izquierdo sobre el hombro y el técnico quedó algo perplejo. Tan áspero estaban esos dos ánimos que tuvo que interceder Leonardo Sigali para intentar calmarlos. Hasta muchos pensaron en la cancha que el elegido para dejar la cancha era el Oso...
Al futbolista, evidentemente, lo fastidió mucho que lo pusieran a los 22 minutos del segundo tiempo (reemplazó a Renzo Saravia) porque seguramente consideró que debía saltara antes a escena o que lo exponía. Encima del duro golpe por la segunda derrota consecutiva de la Academia en el Monumental, esta secuencia pudo haber marcado un quiebre entre el jugador y un DT que sufrió una falta de