LAVÁ EL CASCO
Angileri necesita volver a tomar la confianza que mostraba en Godoy Cruz y que Gallardo pretende de él para ser relevo de Milton. Ante Cruzeiro irá de titular: una prueba de fuego para el mendocino.
Ser el 3 de Gallardo implica cumplir con ciertas obligaciones tácticas y estratégicas. Ser veloz, atacar los espacios, intuir las jugadas tanto en posición ofensiva como defensiva, redoblar esfuerzos... Y ser, en todo caso, confiable. Lo fue Leonel Vangioni, el primer lateral izquierdo de MG en River, cumplió muy bien el rol Marcelo Saracchi hasta que emigró en junio de 2018, Milton Casco se adueñó del puesto con sacrificio y despliegue... Pero él, Fabrizio Angileri, el que llegó en marzo desde Godoy Cruz por la baja del ex Newell’s y con un CV que lo ponía como favorito a ganarse el puesto por características probadas, aún no ha logrado convertirse en lo que el deté pretende de sus laterales.
Gallardo entiende que los procesos individuales de los jugadores, al menos los que él encabezó (desde la transformación de Zuculini a un 5 de salida, pasando por De La Cruz, Pity, el propio Pratto, entre otros), no tienen resultados de corto plazo. Es el tiempo el que ayuda al futbolista a entrar en ambiente, a climatizarse tácticamente. Por eso, supo pedir que no
apuraran a Angileri. Sin embargo, la exigencia competitiva no siempre es compatible con la elasticidad de los proyectos. Y Fabrizio, quien fue fichado por su rendimiento en los equipos de Godoy Cruz que fueron sensación en los últimos dos años, sigue en el debe: le falta confianza en ataque y se mostró permeable en defensa. Un botón de muestra, el penal que cometió en el 1-1 ante Gimnasia (M): luego de perder la espalda en el arranque de la jugada, terminó bajando de atrás a Santiago López adentro del área. Lux, al final, terminaría tapándole el tiro a Morales.
¿A favor de Angileri? Durante los amistosos de pretemporada, el lateral fue incisivo como le pide Gallardo, aunque sin la continuidad que necesitan de él. Ante Cruzeiro, dada la suspensión de Casco, será titular. Deberá estar atento a los ataques de Jadson y de Thiago Neves, dos de los futbolistas más punzantes de Mano Menezes. Pero, sobre todo, deberá recuperar la confianza que tenía en Mendoza. La que enamoró a Gallardo.
DEBERÁ CONTROLAR A THIAGO NEVES Y JADSON. DOS BRAVOS.