A ESTUDIARLOS...
Un Estudiantes lleno de pibes venció fácil a Mitre y pasó a octavos de la Copa Argentina. Un equipo identificado con la intensidad y que pinta para ser un rival difícil en la Superliga. Habrá que tenerlo en cuenta.
Fueron apenas 15 minutos, los iniciales, en los que hubo equivalencias. Los pulmones frescos hicieron que Mitre pudiera presionar con intensidad en una cancha chica y así convertir el partido en uno muy friccionado y sin espacios en el medio. En ese efímero caos con el que se encontró
Estudiantes, su rival de la B Nacional pudo haber sacado provecho. A los tumbos, Alessandroni encontró un rebote que lo dejó mano a mano con Andújar. Ganó el arquero y ahí el Pincha comenzó a lograr la clasificación (en octavos se medirá con el ganador de Estudiantes de San Luis y Barrcas Central).
Sin brillar, fue aceitando motores y sintiendo como los santiagueños empezaban a mermar la intensidad. En contraposición, la diferencia de jerarquía se fue haciendo cada vez más notoria. En el juego a dos toques, en el debut prometedor de Ángel González, en los movimientos de Federico González para salir del área y en la capacidad de Matías Pellegrini para romper líneas se apoyó el equipo de Milito. Y así fue como se puso en ventaja. El juvenil picó al vacío para llegar al área y definió de zurda para poner el 1-0.
Nunca pudo reencontrarse con el partido el equipo del Ascenso. Carente de creatividad y de control de balón, apostó a pelotazos para saltear líneas y encontrar alguna segunda pelota que nunca llegó. De hecho, Estudiantes se sintió cómodo en este juego, bajó el ritmo y se dedicó a esperar la oportunidad para liquidar el juego. Y llegó a los 28’ del ST. A la salida de un córner, Fede González apareció sobre la línea y puso el 2-0.
Con muchos jóvenes dentro del 11, la gran apuesta de Verón desde hace algunas temporadas, los platenses dieron un paso más en la Copa y ya piensan en la Superliga. Será el domingo, contra Aldosivi, de local. Lo mejor que mostró en el debut en la temporada fue lo mismo que había dejado sobre el final de la última: un grupo intenso, con dinámica, amante de la presión alta y que cada vez se anima a jugar un poco más. De los típicos que pueden molestar a más de un poderoso.