Racing no puede con el karma de la Copa Argentina. Volvió a caer en 32avos y de nuevo ante un equipo del Federal A: esta vez Boca Unidos...
En las buenas o en las malas. Con más o menos jerarquía en sus hombres. En un equipo de bajo vuelo, alguno prometedor u otro que venga de ser campeón como lo fue en este caso. De día o de noche. En desarrollo de partidos muy diferentes. Los contextos pueden ser varios, pero el desenlace, siempre, le dio un revés a Racing en la Copa Argentina. Un sacudón fuerte porque se reitera su salida tempranera de la competición. Esta vez no pudo ni siquiera haciendo todo -o casi todo-para pasar de fase. En la primera, nomás, como ante Sarmiento de Resistencia en la edición pasada, se quedó de patitas en la calle.
Otra vez, un equipo de tercera categoría (Torneo
Federal A) desplazó a la Academia del certamen. Boca Unidos, el modesto elenco correntino, lo expulsó de una Copa que le gruñe a Racing. Nada para reprocharse el equipo en cuanto a la búsqueda e insistencia. Dominador absoluto, al frente de un monólogo durante prácticamente todo el trámite. Parecía haber un solo solo elenco en la cancha. El que quiso siempre. Por los costados, por el centro, por abajo o por la terraza. Pero la pelota no entró nunca adentro del arco en esos 95 minutos. Y así, llegaron los penales. Y así, Racing desvió dos (Cvitanich y Días) y uno se lo atajó Aquino (a Barbona. Aquino fue el responsable de que los de Coudet no anotaran el tanto que merecieron largamente en ese primer tiempo. Y lo ayudó la pierna salvadora de Fabio Godoy, quien sacó una sobre la línea. Después de los 15 minutos iniciales, lo que duró la postura de igual a igual de Boca Unidos, la Academia avasalló, aun sin las luces encendidas de Licha López y Cvita, sus experimentados. Posesión, circulación, desbordes, centro atrás, remates desde afuera del área,... Pero el arquero era y se sentía invulnerable. No había caso, Racing. Sin embargo, sería inconcluso el análisis si se remitiera únicamente a los reflejos del uno de los correntinos. Algo habrá hecho mal el campeón de la Superliga para no meter en su bolso lo que tanto persiguió. Lo que le hizo derramar gotas de sudor mezcladas con la lluvia torrencial en la cancha de Lanús. Un terreno que, si antes del agua caída ya se presentaba en mal estado, lo que vino luego...
La cuestión es que Racing, sobre todo en el período final, cuando llevó al encuentro a que se disputara decididamente en el campo de Boca Unidos, generó muy poco peligro con relación al tiempo que tuvo la posesión. Perdió profundidad, hubo malas decisiones en el último toque y la ansiedad empezó a asediar a todos, sin excepciones. Ni siquiera los dos penales que contuvo Arias le alcanzaron a Racing. A este equipo que mantuvo la base, que se reforzó bien, que contó con mucho tiempo de tareas en el receso. Otra vez sopa en la Copa Argentina, Acadé.
LA ACADÉ DOMINÓ AL RIVAL, PERO FALLÓ EN LA DEFINICIÓN.