ES TUYA, JULIÁN
Álvarez tiene la chance de confirmar su potencial de crack, como titular con la 9 de River, en un partido crucial de Copa. Necesita aprovecharla.
Sus números todavía no dicen mucho. Julián Álvarez lleva nueve partidos oficiales en River, un total de 642 minutos y dos goles. Sin embargo, cuenta con valiosos antecentes que demuestran sus enormes condiciones técnicas y mentales: no le temblaron las piernas cuando ingresó a los siete minutos del tiempo suplementario de la final contra Boca en el Bernabéu y también jugó un gran partido por el tercer puesto en el Mundial de Clubes (4-0 ante el Kashima). De todas maneras, el pibe de 19 años necesita confirmar ese potencial esta noche frente a Cruzeiro para
retribuir la confianza que Gallardo deposita en él al elegirlo como el portador de la camiseta 9 de River y como ocupante del lugar en el equipo que le corresponde al Oso Pratto, aún lejos de las mejores condiciones para salir a la cancha luego de la fisura por estrés que sufrió en el sacro tras la revancha de la Recopa.
Álvarez no es un clásico delantero de área como Pratto. Y tampoco se destaca por sus movmientos de espaldas al arco. Las características de juego del juvenil que disputó el Sudamericano y el Mundial Sub 20 se asemejan más a las de Driussi, por la capacidad para entrar y salir del área, la intuición de goleador para ocupar espacios en el área y la variedad de recursos para definir con ambos perfiles o con la cabeza.
En esta Copa Libertadores, Julián jugó tres minutos en el 3-0 frente a Alianza Lima y fue titular en el 2-2 ante Inter, ambos en Núñez. Es más, contra el equipo del Cabezón D’Alessandro convirtió un gol.
Claro, al cordobés nacido en Calchín que se sumó a la cantera de River en enero de 2016 le falta dejar su marca en un partido como el de esta noche para convertirse en un hombre de Copa, como lo hizo por ejemplo Exequiel Palacios en la Libertadores del año pasado. Hoy es el día, pibe.