PIPA Y LA MALA SALIDA DE UN ÍDOLO
No es buena la salida de Darío Benedetto. Ni siquiera es la despedida que él hubiera soñado como hincha de Boca que es. Desde esos días previos a viajar a la gira para acá, Pipa fue pifiando a cada paso hasta llegar a un punto en el que los propios fanáticos del club le bajaron el pulgar. La última pifia: no viajar a Brasil para acompañar a la delegación al partido ante Paranaense y así tratar de despedirse de una forma acorde a su muy bien ciclo con la azul y oro.
El principal error fue en medio de los festejos de la Supercopa, cuando prometió quedarse hasta diciembre debido a que Daniel Angelici le venía dando todos los gustos. Porque esa declaración de amor no la pudo sostener en este receso, saturado tras tres años en Boca.
Después, antes de partir para la gira, los rumores de un pedido a la dirigencia para que lo dejaran irse quebraron la relación con Angelici y la reacción de Angelici de exponer los números del contrato millonario de su goleador la rompieron para siempre.
La floja pretemporada, en la que completó pocos entrenamientos y jugó menos partidos, también afectó la relación con Alfaro, por quien Benedetto decidió quedarse en el primer semestre.
En la encuesta de Olé, entre 46.000 votos, el 86% dijo que la dirigencia no debería retenerlo si se quiere ir, a pesar de que tiene contrato. Por lo que la relación con el hincha no parece terminar de la mejor manera... La confirmación de un desgarro es el cierre de un ciclo: Benedetto ya no jugará más en Boca y tampoco acompañó al equipo a Curitiba. Un desgarro que puede ser un argumento válido para no viajar, pero que igual lo deja expuesto porque Izquierdoz y López -uno suspendido y otro lesionado- fueron como acompañantes. Y lo mismo ocurre cuando se compara su caso con el de Nández, quien dejará el club luego de los octavos pero este miércoles y el próximo estará en el campo de juego firme como un soldado. Una pena que Pipa haya elegido terminar así.
NO IR A BRASIL ES LA ÚLTIMA PIFIA DE MUCHAS...