UN AMORRO DE PRIMAVERA...
Al Tomba no le alcanzó con un buen primer tiempo en el que García metió doblete y falló un penal para irse 3-1 al descanso, y Palmeiras, candidatazo, lo amargó.
Hay momentos, partidos y situaciones que marcan los destinos de un equipo. Godoy Cruz, en una noche histórica para el club y la provincia, tuvo un arranque casi fulminante frente a uno de los grandes candidatos a pelear por el título. Después de meterse por la ventana en los octavos de final de la Libertadores (fue uno de los peores segundos y sólo convirtió cinco goles en la fase de grupos), el sorteo no lo favoreció y anoche le tocó recibir al durísimo Palmeiras de Luiz Felipe Scolari. Y sin embargo, el Tomba sorprendió a propios y extraños. Con un Morro García letal, se puso 2-0 antes de la media hora y, tras el descuento de Felipe Melo,
tuvo la chance de volver a estirar la ventaja en el resultado antes de que finalizara la primera etapa. Pero el Charrúa falló desde los 12 pasos lo que hubiese sido el 3-1. Y esa espina terminó generando una herida que habrá que suturar nada menos que en San Pablo. Uff...
Por supuesto, los brasileños, los más goleadores de la competencia (anoche llegaron a 15 tantos), no perdonaron a los que los perdonaron y, en el complemento, una resolución fantástica de Miguel Borja les dio un empate que los deja mejor parados de cara a la revancha (el próximo martes). Pero desde ya que la parda, a pesar del sabor agridulce, está repleta de cuestiones positivas para el Bodeguero. Para empezar, se vio un funcionamiento aceitado en el segundo partido de la temporada (venía de eliminar a Huracán de la Copa Argentina), los pibes dieron la talla y el Morro García volvió a confirmar su status de delantero de elite. Frente a un rival que de a ratos mete miedo por sus nombres y números, Godoy Cruz se plantó, no tuvo pánico escénico y si no dio la sorpresa fue simplemente porque falló en algunas situaciones clave, como el penal que erró el uruguayo, o la mala salida de Mehring que permitió el descuento de Melo.
Aun así, la noche histórica que se vivió en Mendoza finalizó con saldo positivo. El desafío para el Tomba será que no haya sido sólo una primavera y tratar de sorprender en San Pablo.