FIESTA COMPLETA DEL TATE
Unión vivió una histórica noche de copa: aplastó a Atlético Mineiro y sacó medio boleto para llegar a los 16avos. Moyano fue clave, ya que tapó un penal sobre el cierre.
Hizo historia. Y no es exagerado afirmarlo. Unión consiguió un triunfo inapelable, de ésos que quedan grabados en la memoria. Porque pasó por arriba a un equipo grande de Brasil como Atlético Mineiro. Porque comenzó su segunda participación en la Copa Sudamericana de una forma soñada. Porque la cancha fue el escenario de una fiesta. En definitiva, era prácticamente imposible empezar mejor. Fue un arranque soñado en una competencia en la que hace apenas tres meses Colón disputó y perdió la final contra Independiente del Valle. Sí, ahora al que le toca disfrutar es al vecino.
Pisó fuerte el Tatengue ante un adversario pesado como el Galo. Fue un conjunto sólido, construido de atrás hacia adelante, con una defensa granítica que exhibió muy pocas grietas ante un rival que cuenta con muchos recursos ofensivos. Fueron pocas las veces en las que el conjunto visitante logró generar situaciones de riesgo. Y cuando lo hizo se topó con los guantes de Moyano, quien en la agonía del partido incluso atajó un penal que puede ser crucial para el destino de la serie.
Orden y progreso fueron las banderas del equipo santafecino ante los brasileños. No hubo rendimientos bajos en el local. El Tatengue ejecutó el plan pergeñado por Leonardo Madelón con un nivel de determinación total. Unión fue compacto, procuró estar abroquelado, tener poca distancia entre líneas. Y ante cada recuperación salió al galope para aprovechar los espacios que dejó un Atlético Mineiro que mostró serios problemas defensivos .
En Unión hubo muchos futbolistas con niveles superlativos. Marcelo Gallardo deberá tomar nota: su River va a medirse ante un contrincante muy peligroso el domingo. Moyano fue una garantía en el arco. Cabrera y Carabajal han sido letales cuando se lanzaron en velocidad por las bandas. Troyansky estuvo insoportable para los defensores con su movilidad por todo el frente de ataque y Bou fue letal.
La revancha será el jueves 20 de febrero, en Belo Horizonte. El equipo de Santa Fe viajará con una diferencia muy abultada. Para no sufrir, deberá plantear el encuentro como lo hizo en la ida. La de ayer fue una noche de gala.