Olé

SAN DIEGO DE NÁPOLES

La ciudad que lo adoptó como un napolitano más, y que tocó la gloria gracias a él, llora su muerte. Y se viene un justo homenaje: el San Paolo llevará su nombre.

- VICENTE MUGLIA vmuglia@ole.com.ar

PESE AL COVID, LA GENTE SE ACERCÓ AL ESTADIO.

Fue el 5 de julio de 1984. Esa calurosa tarde, en el estadio San Paolo, unos 75.000 tifosis colmaron el estadio para bautizar a Diego Armando Maradona como un napolitano más. La presentaci­ón oficial de Pelusa, que llegó del Barcelona cuando todavía no tenía el título de mejor futbolista del mundo, alteró y provocó un verdadero cisma en la ciudad. Como si fuera la llegada del Mesías porque ya nada fue igual que antes. Allí comenzó un idilio que creció y creció hasta convertirs­e en un amor eterno. El Diez llevó al Napoli a la gloria futbolísti­ca y logró que tanta gente postergada, la del Sur pobre, se sintiera en igualdad de condicione­s que los de la Norte rica. Un fenómeno sociológic­o, que excedió una cancha de fútbol, y que sirve para explicar por qué hoy Nápoles llora con tanto dolor la muerte de su hijo adoptivo más querido.

Las imágenes, en forma de fotos o videos, que llegan del sur italiano por estas horas reflejan la enorme tristeza de aquellos que lo disfrutaro­n y lo vieron jugar y también la de aquellos que no lo vieron pero escucharon, en formato de leyenda y a modo de legado, las historias de superhéroe de Maradó. Chicos llorando su partida es la síntesis perfecta de la inmortalid­ad de su figura.

La ciudad en cuya pared del cementerio principal figuraba un graffiti que decía “lo que se perdieron”, escrito cuando el Napoli ganó el Scudetto de la mano del Diez, se movilizó hacia el barrio de los españoles, hacia el Largo degli artisti donde hay un enormel mural con su imagen. Pese al confinamie­nto por el coronaviru­s, varios se atrevieron y peregrinar­on a ese punto con velas encendidas, posters y fotos del Diez..

Y se viene un homenaje más que merecido. El alcalde de Nápoles, Luigi De Magistris, promovió por estas horas la idea de bautizar el estadio San Pablo como Diego Armando Maradona a partir de los próximos días. Sí, en ese lugar donde sonaba el “ho visto a Maradona, ho visto a Maradona”, donde hizo feliz a tanta gente con goles, jugadas y títulos históricos, su nombre será recordado para siempre, como el estadio de Argentinos Juniors donde comenzó a asombrar al mundo entero. Ahora habrá otra cancha suya. El San Maradona de Nápoles.

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