UN ASADO CON MARADONA
Cuando uno piensa que algunos hubiesen pagado para estar sentados en esa silla toma dimensión del regalo que en algunas oportunidades le dio esta profesión. ¿Comiste un asado con Diego, no jodás? Un asado con Diego era entrar en un mundo de anécdotas inigualables, de miradas atentas y oídos pendientes a cada palabra. De pelearse por los lugares a ver quién