Olé

EL AVE FÉNIX

El Rojo jugó su mejor partido en lo que va de la era Pusineri, se floreó ante Fénix y está cerca de cuartos. La revancha será el miércoles.

- POR FAVIO VERONA fv ero na@ ole.com.ar

Cuánto tiempo hacía que Independie­nte no jugaba un partido así? Le memoria debe viajar hacia un pasado bastante remoto, porque el 2020 no encuentra ni un sólo registro de una actuación tan convincent­e como la que el Rojo tuvo en Uruguay. El equipo de Lucas Pusineri fue una aplanadora que pasó por encima a Fénix, conjunto charrúa que marcha tercero en el grupo B del torneo de su país y que venía de eliminar a El Nacional de Ecuador y Huachipato de Chile en esta edición de la Sudamerica­na.

Jugó muy bien Independie­nte. Y despejó las dudas que había sembrado en el último partido de la Copa de la LPF ante Central Córdoba de Santiago del Estero (0-0), cuando salió a la cancha con varios suplentes y le costó hilvanar jugadas de más de tres pases consecutiv­os. Anoche jugó como nunca lo había podido hacer en lo que va del ciclo de Pusineri. No hubo equivalenc­ias. El Rojo manejó la pelota y marcó los tiempos del partido. Y por primera vez en mucho tiempo se vio algo que hacía tiempo no se advertía: una idea que alumbró el camino.

Prácticame­nte no hubo puntos bajos en Independie­nte. La rompió Alan Velasco, quien tuvo asistió a Lucas González para el primero, convirtió el segundo y gestó la maniobra del tercero, anotado por Silvio Romero. El Chino también fue decisivo con ese grito y un buen pase a Federico Martínez para el cuarto. Pablo Hernández y Lucas González distribuye­ron con mucho criterio. El Rojo tuvo la dinámica para el desmarque que le había faltado en los últimos encuentros. Fénix es un equipo que tiene una propuesta ofensiva y que concedió espacios que los de Avellaneda supieron aprovechar.

En los partidos anteriores, los ataques de Independie­nte habían sido muy esquemátic­os y previsible­s. Nadie se animaba a romper el molde. En esta oportunida­d hubo rotación de posiciones constante para desordenar a la defensa del adversario y abrir huecos. “Quiero un equipo que juegue como lo hacía el Independie­nte de 2002”, comentó Pusineri cuando asumió. Hasta el momento el Rojo sigue estando muy lejos de alcanzar ese nivel de juego, pero también es cierto que nunca estuvo tan cerca de eso como ahora.

El miércoles será la revancha contra Fénix. Independie­nte está a un paso de avanzar a cuartos.

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VENGA ESE ABRAZO: GRAN TRIUNFO.
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