“NO SE LO CUIDÓ COMO SE DEBÍA”
Tres personas de la funeraria se tomaron imágenes con Diego en el cajón y las viralizaron. Morla prometió justicia.
De no creer. Que en el mundo hay gente para todo no es ningún descubrimiento, pero estas canalladas no dejan de levantar la temperatura en el termómetro de la bronca. Tres personajes que trabajaron en la preparación del cuerpo de Maradona cuando fue colocado en el cajón en la funeraria se fotografiaron con el cadáver como si fuese un trofeo de guerra. Imposible que este manejo entre en una cabeza normal. Pero es una realidad.
Las fotos se hicieron virales y la familia de Diego estalló. El entorno había pedido que no se filtrara una imagen del astro en el cajón. Era prioridad cuidarlo y por eso la prensa tuvo acceso al féretro sólo cuando fue cerrado, a partir de que comenzó el desfile de fieles por la Rosada. Pero previamente ya se había cometido la aberración.
Todo ocurrió en la casa de sepelios Pinier, ubicada en la Av. San Martín 2902 de La Paternal. Es un lugar de confianza de la familia Maradona, ya que se encargaron de los servicios del padre de Claudia, de Don Diego y de Doña Tota. Pero esta vez algo falló y Diego Molina, Claudio y Sebastián Fernández, que serían padre e hijo, se tomaron fotos junto al cuerpo del Diez.
Eso desató una feroz polémica con la empresa y también en la redes sociales. Matías Morla, de hecho, salió con los tapones de punta: “Diego Molina es el canalla que se sacó una foto junto al féretro de Diego Maradona. Por la memoria de mi amigo no voy a descansar hasta que pague por semejante aberración”. Claudia también se enfureció, sobre todo con la empresa. “La llamé y estaba muy enojada. Me dijo que esto nunca
tendría que haber pasado, que es la foto que no querían. Le ofrecí disculpas. Estaba furiosa”, le comentó Diego Picón, uno de los responsables de Sepelios Pinier, a TN.
Según se supo un rato después, por las redes se filtró el número de celular de Molina, por lo cual los fanáticos descargaron toda su bronca contra él en su teléfono personal, además de utilizar las redes tradicionales. Desde la funeraria, Matías Picón, otro de los socios, le aseguró a TN: “Acordamos que todos estaríamos atentos a que nadie sacara una foto. En un momento en el que estaba mi hermano Diego, lo llamaron desde Casa Rosada para organizar el traslado. Se alejó del cajón para hablar y fue ahí cuando sacaron la foto estos pelotudos, estos hijos de puta”. Y admitió que “estamos destrozados. La familia confió en nosotros. Cuando nos llamaron para nos sentimos orgullosos, sabíamos la responsabilidad que implicaba pero nos cagaron, nos jodió alguien que no tiene nada que ver con nosotros. A veces buscamos a gente que nos ayuda. A Diego Molina lo conocíamos, ya habíamos trabajado con él... Se mando un cagadón terrible. Y ahora no da la cara, no atiende el teléfono. Si tuviera que ir a buscarlo para cagarlo a piñas lo haría, sólo que el cobarde está escondido. Él no es empleado de acá, es un tercerizado que sólo nos ayudó a cargar el cajón porque pesa mucho. No sabemos la que se nos puede venir, si tenemos que llamar a un abogado, si nos van a demandar o a hacer juicio”.
Mientras tanto, Diego Picón, titular de la empresa, contó que “a los tres empleados tercerizados que aparecen en las imágenes les sacamos los celulares en la morgue. Se los devolvimos cuando se había terminado el trabajo y en ese momento, que la Policía me llamó, hicieron eso”.
A su vez, Argentinos Jrs. emitió un comunicado: “Informamos a nuestra masa societaria y medios que por decisión unánime de la CD, se eleva al Tribunal de Disciplina el pedido de expulsión como socio de la persona que se fotografió junto al féretro de Maradona”.
Repudiable, habrá que ver si finalmente el tema llega a la Justicia.
Alfredo Cahe, doctor de casi toda la vida de Diego, cuestionó el manejo de su salud en este tiempo.
Lo acompañó a Diego desde que llegó a su consultorio cuando tenía cerca de 20 años, de la mano de Jorge Cyterszpiler. Y ahora, el doctor Alfredo Cahe fue contundente: “Falleció de una manera insólita, que realmente uno trata de explicarse qué es lo que realmente pasó. Tendría que haber estado un médico permanentemente en la habitación de Diego. El chequeo cardiovascular a mi entender no fue hecho en forma total, no se lo cuidó como se debía”. Y siguió, el diálogo con Telefé: “No me pareció lógico que le dieran el alta. Tendría que haber permanecido internado. Estaba con una gran depresión”.