EL ÍDOLO DE LA CALLE
Su casa de la infancia, la cancha del Bicho y la de Boca siguen recibiendo ofrendas para Diego. Mientras, se acumulan las propuestas para ponerle su nombre a una calle. ¿Y si cruzamos próceres en La Paternal?
LA CASA DE FIORITO CONVERTIDA EN UN SANTUARIO.
Perdón, Don Juan. Nadie duda de su legado, de que además de ser un colega periodista era médico y escritor, que también dejó su huella en el país al fundar el Partido Socialista, el diario La Vanguardia y El Hogar Obrero. Está clara su importancia y se valora, por supuesto. Se puede buscar algún rincón en otra parte, incluso una avenida, para que mantenga el status... Pero el Diego es el Diego y si vamos a inmortalizarlo (sí es que aún se puede más de lo que ya es) denominando a alguna calle de la ciudad con su nombre, es correcto que sea Juan B. Justo para que se encuentre con otro prócer como San Martín en el corazón de La Paternal. Sabrá entender…
Desde Pablo Lavallén hasta decenas de políticos con diferente cargos en diferentes municipios se largaron a proponer e investigar legislaciones y ordenanzas para homenajear al Diez rebautizando una calle como Diego Armando Maradona. Es lo lógico porque él es la calle en sí misma y provocaría, aún más, que los hijos y los hijos de tus hijos pregunten quién fue.
Mientras tanto, justamente la calle habla. ¿Cuál? Todas, sin distinciones de barrio, religión o clases sociales. Altares por aquí y por allá: en el estadio del Bicho, en Fiorito y en La Boca. El paso de las horas no calma el dolor ni el recuerdo ni las muestras de amor… La gente, el pueblo, sigue entregando sus ofrendas.
En Azamor 523, la casa en la que nació el astro en el Sur del Conurbano, sigue recibiendo a los vecinos que se acercan a dejar flores, velas, camisetas. ¡De todo! Lo mismo ocurre en el estadio de Argentinos, el cual lleva su nombre y lo tiene retratado en una de sus paredes, también se convirtió en santuario. En La Boca, el club de su corazón, pasa igual y por eso en los alrededores y veredas de la mismísima Bombonera hay ofrendas de todo tipo que continúan apareciendo.
No es una cuestión que ocurre solo en Argentina. En Nápoles, tierra sagrada del Diego, se multiplican los homenajes y uno de sus históricos murales, el más antiguo, en el que aparece en su etapa de jugador, entre las callecitas del Quartieri Spagnoli, hoy sus fieles le generan envidia al Vaticano. Allí se formó una cruz con velas y camisetas que lo recuerdan, lo homenajean… ¡Lo aman! A tal punto que el Alcalde de la ciudad confirmó que el San Paolo llevará su nombre...
No hay dudas de que Maradona trascendió a la pelota, a los límites de cal que impone una cancha de fútbol. Es mucho más que un futbolista y su nombre es conocido acá, en Italia, en Siria o en la China. Y hasta si hubiera vida en Marte, a los marcianos no se les escaparía la tortuga. Siempre fue el pueblo, porque fue parte de él. Cuna de barrio y potrero al que no cambió ningún jeque ni una Ferrari. Es y seguirá siendo el ídolo futbolístico de millones. Bah, en realidad, es más que eso, es el ídolo de calle, de todas y cada una de ellas...