ENGRANÓ Y LO DIO VUELTA
Lanús mejoró su nivel en el segundo tiempo y remontó un partido trabajoso porque el Decano supo complicarlo. Lo ganó con un golazo de Esquivel.
Parecía que se quedaba corto Lanús. Corto en el sentido de que no le estaba alcanzando el envión anímico que le había otorgado llegar al empate parcial por intermedio del gol de penal de José Sand, cuándo no, el infalible Pepe. Cuando Atlético Tucumán reaccionaba y aceleraba de tres cuartos hacia adelante, quedaba a tiro del segundo. Pero apareció la joya de Matías Esquivel y le puso fin a la historia, a una trabajosa noche para el Granate. Sobre el final, el ingresado en el segundo tiempo enganchó hacia adentro, sacó un zurdazo, la pelota hizo una parábola hermosa en el aire y se metió en el ángulo derecho de Lucchetti.
Lanús se encontró con un rival que supo incomodarlo, ya sea de contra o con ataques elaborados con más asociaciones. El cuadro de Zubeldía careció de determinación para lastimar arriba en el primer tiempo, y de inventiva en sus intenciones ofensivas porque sus mejores cartas en esa faceta estaban mojadas.
Salió a afrontar la segunda parte con otra ambición, con otra voracidad, siempre con la claridad de Quignón como eje, una de sus figuras. Por su búsqueda y algunas situaciones de peligro que provocó, construyó méritos para igualar. Y lo logró con el tiro desde los 12 pasos de Pepe, quien puso las cosas en su lugar. El Decano reaccionó y volvió a animarse a llevar el partido más arriba, a sabiendas de que no fue una buena noche del Grana en defensa. Hasta que Esquivel le puso la firma a un golazo.
“NO TUVIMOS EL CONTROL DEL PARTIDO, PERO LO GANAMOS”. El goleador fue sincero