ES SÚPER CASCO
Milton, de alta: otra vez tuvo una recuperación hiperveloz y dejó atrás un desgarro en apenas 11 días. La idea es que sume minutos ante Central Córdoba y que llegue con rodaje al superclásico.
No será, Milton Casco, uno de esos superhéroes de moda de Marvel con maravillosos poderes, pero sí se destaca por características inusuales. Más allá de manejar ambos perfiles -importante destreza pero que no se relaciona con lo sobrenatural-, su genética le permite sobreponerse a las lesiones de forma hiperveloz. Así, en apenas 11 días dejó atrás el pequeño desgarro en el isquiotibial izquierdo que sufrió en el entrenamiento del sábado 11 de septiembre, ayer recibió el alta médica y quedó a disposición para jugar ante Central Córdoba y, sobre todo, ante Boca.
La noticia le dibujó una sonrisa de oreja a oreja a Marcelo Gallardo, que recuperó a ese guerrero que vuela de una banda a la otra y lo salva en cualquier circunstancia. El lateral de 33 años respondió satisfactoriamente a la exigencia de una intensa práctica de fútbol en el Camp y el cuerpo médico le dio el visto bueno para que vuelva a entrenarse a la par del plantel y, lo más importante, ocupar una posición sensible para MG.
La salida de Gonzalo Montiel al Sevilla, se sabe, dejó un hueco difícil de llenar. Y aunque Alex Vigo llegó para ser el reemplazante natural de Cachete, el ex Colón mostró un flojísimo nivel que provocó que ante Arsenal fuera reemplazado por un habitual volante como Santiago Simón. Así, a pesar de que se siente más suelto por la izquierda, Milton se convirtió en el flamante dueño del lateral derecho y el gran objetivo es que pueda sumar minutos en Santiago del Estero para que llegue con mayor ritmo al superclásico del 3 de octubre en el Monumental.
Con contrato hasta diciembre de 2023 y el sueño de retirarse con la banda roja en el pecho, Casco mantiene un bajo perfil fuera de la cancha pero en el equipo es fundamental por su enorme técnica individual, la capacidad de resiliencia y un profesionalismo que empatiza a la perfección con el mensaje que pregona MG. Y claro, también por ser un animal físico que se destaca en los registros de los GPS y que puede regenerarse de los golpes que sufre con una extraña rapidez. Por eso, su alta médica en menos de dos semanas no llamó la atención y tiene un antecedente reciente: a principios de año, antes del partido de vuelta contra Palmeiras por la Libertadores, tardó apenas nueve días en superar una distensión en el isquiotibial izquierdo, músculo que ahora lo marginó contra Newell’s y Arsenal.
Como ocurrió con varios jugadores, Casco cambió murmullos por aplausos tras la final de Madrid. Sus 916’ en el semestre (11 PJ) demuestran por qué se volvió una pieza intocable para los hinchas y para Gallardo, que en la batalla ante Boca podrá contar con su superhéroe favorito.
EN ENERO DE ESTE AÑO SUPERÓ UNA DISTENSIÓN EN 9 DÍAS.