DEFENSA FIRME
Luego de un flojo primer tiempo, Argentina cambió la cara y se floreó con un 6-1 a Paraguay. Ahora, en cuartos de final, se viene Rusia, como en la final del título en 2016. Dijo el DT Lucuix: “Tenemos la ilusión de volver a jugar los siete partidos”.
Triunfazo de la Selección Argentina de Futsal, que goleó a Paraguay por 6-1 y sacó pasaje a cuartos de final del Mundial de Lituania, instancia en la que enfrentará a Rusia (rival de la última final del mundo) el domingo desde las 12.15 (hora local). Luego de un primer tiempo para el olvido, los conducidos por Matías Lucuix sacaron la chapa de campeón y revirtieron un panorama gris. Claudino, Borruto, Bolo Alemany, Basile, Stazzone y Taborda, los goleadores.
Dos versiones radicalmente opuestas de la Selección tuvieron lugar en el duelo de octavos: lejos estuvo el primer tiempo de ser el ideal para el elenco nacional que, desde el comienzo, estuvo errático con la pelota y no fue efectivo en la presión. A partir de eso, Paraguay creció, bloqueó los espacios de circulación y se puso en ventaja a los 13’, tras una maniobra colectiva muy interesante.
Sumado a eso, el país vecino, astuto, propuso el roce y la fricción como alternativas para sacar a los argentinos del partido, algo que logró y le fue funcional a lo largo de los 20’ iniciales. Pocas conexiones ofensivas y muchos desaciertos en el fondo de los campeones defensores, que se fueron al descanso con la chapa 0-1.
Resulta imposible conocer qué se habló en el vestuario durante el parate, pero la realidad quedo más que reflejada dentro del campo desde que el árbitro dio inicio a la segunda etapa. Porque la historia fue otra. La Argentina agarró el borra tinta, reaccionó e hizo lo que quiso con su rival: presión alta, asociaciones desde abajo y combinaciones ofensivas que le permitieron ponerse 1-1 rápidamente.
Los primeros 10’ fueron un verdadero espectáculo, con cuatro goles, uno atrás del otro, y mucho fútbol. Además, una muestra de carácter que evidencia para qué está este team. Luego del cuarto, de Basile, la Selección planchó el partido y se dedicó a manejar los tiempos, dando a entender que la historia estaba sentenciada, algo que, evidentemente, Paraguay también comprendió.
A partir de ahí, la Albirrola no propuso mucho más ni inquietó a los nuestros. De hecho, con un arquero volcado al ataque en el intento de achicar la diferencia, y desgastados y abrumados por la intensidad argentina, el rival otorgó más espacios para que lleguen el quinto y el sexto.
Importantísima victoria para seguir soñando. Se viene Rusia, durísimo rival al que Argentina ya le ganó. ¿Cuándo? Hace cinco años en la final de Colombia 2016. Aquella vez, fue 5-4.
“Tenemos la ilusión de llegar a jugar otra final, de volver a jugar los siete partidos y para ello debemos afrontar el próximo y cada partido como si fuera una final, porque lo son”, plantea (y se ilusiona) Lucuix.