“EL ASCENSO FUE ALGO INCREÍBLE”
Lautaro Gordillo pasó de apuesta a pilar de Flandria en el ascenso a la Primera Nacional. Con el regalo de Papá Noel bajo el brazo, ahora pide otro: “Irme a jugar al exterior”.
LLEGÓ AL CANARIO EN 2020 Y DEBE RETORNAR A FERRO.
Flandria lo consiguió y después de tres años volvió a la Primera Nacional. Fue una temporada muy buena para los de Jáuregui, coronada con el logro obtenido. En una charla íntima con Olé, Lautaro Gordillo confesó que “en el Apertura merecíamos terminar más arriba, perdimos partidos clave y fue por eso que se nos escapó”. El Canario ascendió, sí. Pero la temporada empezó de forma regular, con 8 PG 3 PE y 5 PP. Por eso finalizó en la quinta posición del torneo Apertura y tuvo que apostar todas las fichas a la segunda parte del año. Allí remontó y fue campeón con solamente dos derrotas: diez victorias y 4 empates. “En el Clausura el DT encontró un equipo, el cual funcionó muy bien y ahí fue que empezamos a levantar”. Pero según él, el punto de inflexión estuvo en el partido que le ganaron a Colegiales de local, por 2-0, ya que en aquel momento lo consideraron un encuentro “clave que nos dio mucha confianza para poder lograr el ascenso”.
-¿Qué sensaciones te quedaron sobre el ascenso obtenido? -Tenía mucha fe de que podíamos ascender, pero cuando lo logramos fue algo increíble. Sin dudas que es algo que cualquier jugador del Ascenso busca en su carrera deportiva. Así que en aquel momento se me pasaron muchas cosas por la cabeza. Alegrías, recuerdos, todo el esfuerzo que uno viene haciendo. Mil imágenes que serían imposibles describir.
En el partido final de vuelta contra Colegiales, Flandria estuvo todo el tiempo abajo, pero a falta de 40 segundos para el final, cuando todo indicaba que Cole se llevaba el ascenso, apareció la cabeza de Franco Tissera para llevar las cosas al punto del penal y Gordillo confiesa que “estábamos todos locos, sin poder creerlo”. -¿Ahí te sentiste ganador? -Sabíamos que anímicamente los comíamos después del gol, fue un momento clave del partido. Después cuando Matías Nouet erró el primer penal fue un momento feo, más de uno de nosotros pensó que lo perdíamos. Cuando Camacho falló el de ellos, volvió nuevamente la confianza para nosotros. Empezó otra definición.
Después de ser el primer ascendido a la Primera Nacional, al Canario le toca descansar y recargar energías para la temporada que viene. Gordillo habló sobre qué le espera a Flandria para el 2022 y se mostró cauto: “Ya sabemos que es una categoría difícil, pero con trabajo todo es posible”. Y además de forma muy segura agregó que “Flandria sabe lo que es jugar la Primera Nacional”.
-Tu pase es de Ferro y ahora te toca volver. Si no te quedás en Flandria vas a ser rival en la PN...
-Sí, se vence el préstamo con Flandria ahora a fin de año. Veremos qué pasa pero ya les aclaro a los hinchas que va a ser difícil si me toca enfrentarlos en el Nacional. Pasé momentos maravillosos con estos colores y quiero mucho al club. -Hablando de Ferro, ¿te dolió el penal que le dieron a Quilmes y lo dejó afuera del Reducido?
-Charlando con amigos de Ferro, me cuentan de su enojo y tristeza. Pero bueno, sabemos que fue un robo lo del penal. Da bronca porque jugaron con la ilusión de muchas personas, pero así es el fútbol argentino, siempre gana el de más poder.
La charla con Gordillo también derivó en un interesante análisis de su año. “En lo deportivo estoy muy contento, ya que creo que pude lograr todas mis expectativas. En lo familiar no tengo nada para decir, gracias a Dios tengo una familia maravillosa que siempre esta conmigo”.
-¿Fue uno de los pilares para hacerte fuerte en lo deportivo?
-Sí, siempre. En las buenas están disfrutando, pero cuando me tocaron las malas el apoyo de la familia fue mucho más importante, así que por eso estoy muy feliz.
Una vez terminada la temporada, Gordillo viajó a Salta para pasar las Fiestas con toda su familia en la casa de sus viejos. Desde el Norte de la Argentina, le contó a Olé el regalo que le pidió a Papá Noel en este Navidad. “Mi deseo en estos momentos es irme a jugar al exterior. Pedí eso en el arbolito, ojalá se me dé pronto, que Papá Noel me escuche, ja,ja”.