Olé

La banca a la Scaloneta

Maravilla cuenta que está viendo el Mundial. Le gusta el equipo y, en modo Scaloni, desdramati­za.

- SIGUE

-O en Argentina podría haber sido también. De hecho, estuve tratando de gestionar para hacer un combate en Argentina, pero la primera que salió y la más firme fue en Estados Unidos. La mira mía estaba puesta en Estados Unidos; si la pelea era allí yo dejaba de trabajar para hacer una velada en España o Argentina. Iba a ser una eliminator­ia mundialist­a, aunque ahora va a ser una velada más chica con otro rival. Apunto a Estados Unidos porque quiero regresar a Estados Unidos, regresar para boxear. Mi objetivo, mi propósito está centrado en disputar el título mundial de la AMB y ganarlo, no solo pelear sino ganarlo, y para eso tengo que pelear en Estados Unidos la máxima cantidad de veces posible.

-¿No es bajarle el precio a tu carrera este rival y a ocho rounds? -Lo que pasa es que tengo en cuenta que hace un año que no combato. El último combate mío, contra Macaulay Macgowan, fue en enero, el 27, y al otro día ya empecé a disolver el equipo mío que tenía. Eso me llevó hasta junio, fue una tortura, un trabajo acojonante­mente pesado, con abogados, cartas documento. Pasó mucho tiempo, encima me fui a Argentina a hacer una película y no pude entrenar. Yo tenía posibilida­des de enfrentar a rivales de mayor en

SEGUNDA VEZ QUE EL RIVAL, NOAH KIDD, PELEA A OCHO ASALTOS.

Maravilla tiene un pasado futbolero. Llegó a jugar en Los Andes como puntero derecho y estuvo cerca de subir a Primera, pero no alcanzó ese escalón. Finalmente eligió el boxeo, “y buena elección que hice”, le confirmó a Olé entre risas y con la camiseta argentina puesta.

Los colores los lleva en la ropa y el corazón, con los cuales sigue el Mundial. De eso también habló en la entrevista. -¿Estás viendo el Mundial?

-Sí, lo estoy viendo con mucha alegría. Hacía muchos mundiales que no lo podía ver como lo estoy viendo ahora. El último Mundial que recuerdo haber visto, no los 64 partidos, pero sí, mínimo, 40 o 45, fue el del 94. Después, mi vida fue tomando unos rumbos que me alejaban mucho de la posibilida­d de ver los partidos. Cuando me vine a vivir a España, en el 2002, estuvo el mundial de Corea-japón y no lo vi. También estoy cerca de los horarios, que es importante. Veo los partidos de Argentina y vergadura, pero sé que ahora no me conviene. Yo antes era muy caprichoso y quería al mejor rival, como a Martin Murray aquella vez en Vélez ( Nder: 2013, retuvo el mediano CMB por puntos) pese a que yo tenía la rodilla rota. Pero hace un año que no peleo, y mi manager me dijo que buscáramos un rival más modesto pero decente. Voy a cumplir

48 años en dos meses, lo que necesito es contacto con el ring, así que está bien elegido. No voy a arriesgar ahora estando N° 3 en el mundo. -¿Seguís pensando que una derrota te retira? -No tengo en mente perder. Y sé que estoy haciendo todo lo que estoy haciendo con el máximo de intensidad, de mis fuerzas, de mi amor y de mi pasión. No puedo barajar en estos momentos la posibilida­d de perder. Si llego a perder con 47 años me van a sacar a patadas cuando pida otra pelea más, sería lo más justo que me podría llegar a pasar. -Cuál es tu objetivo para esta pelea? -En ésta busco afirmarme, sentir que estoy presente arriba del ring. Cuando subo y miro hacia delante, la mirada apunta ha

EL YANQUI SUMA 14 PELEAS. EL ARGENTINO, APENAS 60...

algunos otros que hay que seguir, como de Brasil y Francia.

-¿Qué estás viendo de Argentina? -Una evolución franca. Hay más seguridad en el equipo entero. No solo hay un equipo, sino un grupo de muchachos que cada vez está mejor de la cabeza y entiende mejor. Están viviendo este momento, compartien­do, lo están haciendo realmente bien, jugando mejor como equipo.

-¿Cómo ves la pasión con que se vive? -El otro día una señora alemana me dijo una frase que me mató, me partió la cabeza. Dijo que el problema de la Selección Argentina es que los jugadores son muy emocionale­s, les hacen un gol y se quiebran, hacen ellos un gol y se van para arriba. Que Alemania va ganando 3 a 0 o perdiendo 3 a 0 y no pasa nada, sigue jugando y manteniend­o su táctica y estrategia sin perder la existencia. Y es verdad que Argentina tiene un equipo muy emocional. También es como dijo Scaloni el otro día: no puede ser que la gente no duerma, que la gente no viva, que la gente venda su casa por el Mundial. Esto es fútbol, es un juego, es un deporte; tendría que ser una diversión para la gente, una vía de escape y no lo que está haciendo depositar las emociones de 47 millones de personas en la espalda de Messi y de 10 pibes más. Eso sí que no lo veo bien y me duele bastante. Porque, en definitiva, los muchachos juegan un deporte, están jugando, pueden ganar o perder. Y si pierden, ellos sienten que los van a crucificar. Es una verdadera locura que pase. -Vos lo viviste como deportista: le ganaste a Chávez y eras un fenómeno; pediste con Cotto y te criticaron… cia los campeones del mundo, el cubano Erislandy Lara o el kazajo Gennady Golovkin. ¿Que es una locura? Sí. Con 25 o 35 años también sería una locura. Pero es esa locura la que a mí me mantiene firme, me mantiene entrenando como lo hago diariament­e. Lo mío no es solo entrenamie­nto, es trabajo completo. Yo trabajo las 24 horas para ser campeón del mundo. Lo que estoy esperando ahora es que llegue el combate del domingo para hacerlo lo mejor posible, sabiendo que después de un año sin pelear se pierden ciertas cosas. No por la edad que tengo, sino por una cuestión de lógica. Es como le sucede a un futbolista: cuando no toca la pelota por dos meses, después la pelota le rebota, le queda corta. Esto es lo mismo pero con piñas. Pero vamos, que yo estoy totalmente seguro de que voy a disputar el Mundial, y todavía no me encuentro totalmente seguro para decirte “voy a ganar”. Pero dame un tiempo y ya me voy a sentir seguro.

-¿Cuál es el plan ideal?

-Yo creo que necesitarí­a dos combates más a ocho o diez rounds. Lo que necesito es tener contacto con el rincón, las cuerdas, un árbitro; con un equipo delante que quiera ganarme, con el público. Necesito eso para volver a situar mi competenci­a. Creo yo que con un par de combates más ya podría pedir cancha para pelear por un títu-Se hace una carnicería con el que pierde, y no se puede exigir eso en este caso. A los muchachos les llega que el Mundial es de vida o muerte, y no es así. Hay un montón de cosas más importante­s. Es una lástima porque eso habla de la emoción y de la pasión, sí, pero también habla de muchas carencias en todos los niveles.

-¿A nivel juego te identifica­s?

-Cada día me gusta más. Hay más concentrac­ión, mejor circulació­n, se entienden cada vez mejor. Hay jugadores muy talentosos, no solo Messi. Te tapas los ojos y sa

lo mundial; y uno de los combates anteriores que te dije me gustaría hacerlo en Argentina.

-¿Para cuándo sería?

-Creo yo que, haciendo las cosas muy bien, así como vienen saliendo, entre julio y octubre próximo tendría que estar disputando el Mundial, ya con 48 años bien puestos en mi cuerpo. cás a cualquiera y es súper talentoso Poco a poco van ganando confianza y desplegand­o su talento innato, más allá de lo que puedan tener como táctica de Scaloni. -El otro día saltaste a defender a Messi contra Canelo…

-Sí, saltamos todos. Yo salté un rato después porque no había visto las redes sociales, pero cuando lo vi, dije: “No, qué te pasa loco, vamos a poner las cosas en su sitio”. Y largué un chiste, no le dije que le iba a arrancar la cabeza, fue un chiste. “Cuéntenle a Messi quién es Canelo”.

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MARAVILLA, EXFUTBOLIS­TA, TAMBIÉN SE PUSO LA CAMISETA ARGENTINA PARA LA ENTREVISTA CON OLÉ.

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