ES DIFÍCIL NO CREER Y NO SOÑAR CON QUE ESTA VEZ SE PUEDE DAR.
Desdeelprincipio venimos diciendo que Diego nos está viendo, está empujando desde arriba”. Es imposible no emocionarse. Es imposible no sentir que lo que dice Leo Messi, ahora mismo en su versión más maradoniana, tiene algo real, algo espiritual, algo celestial. Leo en la tierra, Maradona en el cielo, Dibu en el arco... Es imposible no pensarlo. Es difícil no creer, no soñar, no ilusionarse con que esta vez sí se puede dar. Si con Diego desde arriba y con el mejor Leo que se haya visto aquí abajo, Argentina fue campeona de América tras 28 años. Si con esa misma sociedad mística, sagrada, ahora está entre los cuatro mejores del mundo, ¿por qué no creer que es así? Que Diego efectivamente está empujando, que ayer estuvo en los guantes de Dibu o en el cañonazo de Lautaro...
Hay un equipo, en definitiva, que como hacía Maradona con los argentinos, te alegra el corazón. Hay un equipo que juega con el alma.
Hay un equipo que deja todo por la camiseta. Hay un equipo que tiene a un Messi imparable, en una versión México 86. Hay un equipo que defiende con la piel, que mete como hincha, que no te deja tirado nunca. Ni siquiera cuando le empatan en el minuto 11’ de descuento. Hay un equipo que tiene un arquero descomunal, que se convirtió en héroe, sí, otra vez con una camiseta naranja enfrente. Hay un equipo, el nuestro, la Selección, que está en las semifinales de Qatar 2022. ¿Por qué no creer que es así como dice Messi?
El Lusail, el estadio que espera la semifinal y la final (nada menos), el que nos sacudió en el debut contra Arabia, esta vez nos hace disfrutar de una fiesta única. Se estremece en una locura desbordante, en un grito que no para, que une a la gente con los jugadores, en esa química que también contagia, y que le dio a un plus a este equipo: en todos los partidos jugó como si lo hiciera en Argentina. Leo corre para un lado, sus compañeros para el otro. Lautaro acaba de meter el 4-3 definitivo en los penales, el que ya no permitirá que Países Bajos vuelva a levantarse, ya no más, ya no otra vez, después de empatar 2-2 en el minuto 101’, luego de hacernos sufrir lo que no debimos. Leo va por Dibu, por el salvador, por el hombre que como Chiquito en Brasil 2014 también se convirtió en héroe ante una camiseta naranja. Y el resto de sus compañeros van por el Toro, el que venía torcido, pero que hizo el gol que tenía que hacer, para volver a poner a la Selección en la elite Mundial.
Y ahí mismo, se arma la fiesta. La fiesta más argenta que se haya visto en Qatar. La fiesta del 10.
★ ★ MESSI Y MARTÍNEZ DIBU EN EL ARCO, LEO EN LA CANCHA, LOS HÉROES DEL TRIUNFO ARGENTINO.