PRIMERA SELESIÓN
¿Que estaba desgarrado? ¿Que se quedaba sin Mundial? De Paul hizo todo para llegar, tuvo un gran partido y agradeció al DT por haber confido en él. “Estoy muy orgulloso de mi esfuerzo”, contó.
El corazón del equipo no podía dejar de latir. Rodrigo De Paul no se lo iba a permitir. Había que estar como fuese. En una pierna, en dos, en media. De cualquier manera. Y De Paul, soldado de mil batallas, volvió a poner el cuerpo para la Selección. Con un rival de fuste, en una instancia clave, cuando más había que estar. El martes estaba afuera por una molestia muscular. El miércoles se encendió la esperanza. El jueves se movió a la par. Y ayer, cuando la Selección más lo necesitaba, no dudó en decir presente.
“Fue consensuado y siempre preguntando. Yo sabía que una vez que entrara, no podría salir a los diez minutos, entonces era una presión que tenía muy grande. Las primeras dos noches tuve mucha incertidumbre, pero nunca tuve dudas de que quería estar. Le agradezco al técnico porque juntos decidimos esto y creo que salió bien. Estoy muy orgulloso de cómo me esforcé en estos días”, contó Rodrigo, que aguantó 65’, hizo un muy buen primer tiempo y fue reemplazado por su amigo Paredes.
Pese a no estar al 100% y de haber llegado a los cuartos habiendo disputado los 360’ de Argentina en el Mundial, De Paul aportó la intensidad, el despliegue y el buen pase de siempre y hasta metió una corrida a fondo en el segundo tiempo que por poco no termina en un cara a cara con el arquero.
A Rodrigo le molestó que se filtrara la información sobre un supuesto desgarro en el isquiotibial derecho y eso, dijo, le dio más fuerzas para poder jugar de entrada.
“La emoción es por lo que logramos, por lo que han hecho mis compañeros y más que nada por el esfuerzo que he hecho yo en estos tres días para poder estar. La verdad que nos jodió mucho (a él y a Scaloni) que esa información se filtrara porque lo queríamos manejar de una manera muy cauta”, se desahogó. “Algunos me daban afuera del Mundial, decían que estaba desgarrado. No sólo hay que cargar con la bronca de que uno tiene, sino también tranquilizar a la familia. Hice un trabajo muy grande con los fisioterapistas y los doctores, yo sabía que iba a llegar”, agregó.
Ahora Rodrigo tendrá cinco días para terminar de recuperarse y encontrar su mejor forma física, aunque ayer quedó claro que no precisa estar al tope de sus posibilidades para sostener el nivel. El 7 fue de menor a mayor en Qatar y alcanzó su mejor nivel cuando el equipo más lo precisaba. Y como todos, claro, se ilusiona con llegar a la final...
“Lo viví con mucho nervio, con expectativa. Este es el objetivo que nos habíamos planteado de arranque: llegar el primer día e irnos el último. Vamos por el buen camino y tenemos que seguir así”, avisó, contento por la clasificación y por haberla vivido desde adentro.
AGUANTÓ 65’ Y SALIÓ POR PAREDES. EL MARTES, OTRA FINAL.