Di María continúa con su puesta a punto y quiere decir presente en la semi frente a Croacia: tras los buenos 10’ que tuvo y la banca en los penales contra Países Bajos, ayer hizo movimientos para llegar bien de lo físico.
Tuvo un partido especial, un partido con muchos condimentos. Por lo que sucedía dentro de la cancha y por lo que también había pasado fuera. Ángel Di María vivió a full la clasificación a las semifinales del Mundial de Qatar: volvió a jugar tras el parate con Australia, se lo vio bien de la molestia que arrastraba y le ganó el duelo personal que se había picado en la previa a Louis Van Gaal. Y luego del triunfazo sobre Países Bajos, Fideo ya se enfoca en lo que será el enfrentamiento con Croacia.
Argentina volvió a entrenarse y uno de los focos importantísimos para el equipo pensando en el choque del martes es saber cómo se encuentra Angelito. Y llegó la calma, ya que salió a practicar y, al menos en los 15 minutos que se pudieron observar, estuvo corriendo solo por la cancha más alejada a la prensa.
Di María salió lesionado en el partido contra Polonia. “Tiene cargado el cuádriceps”, fue la primera explicación. Lo cierto es que desde ese 30 de noviembre que se jugó el partido definitorio de la fase de grupos (con Australia no se puso ni los botines), Fideo recién volvió a jugar unos 10 minutos en el segundo tiempo suplementario contra Países Bajos. Estaba para jugar más tiempo, sin dudas. Pero por una cuestión táctica y de cómo veía el partido, Lionel Scaloni lo hizo entrar sobre el final.
Cuando llegue el duelo contra Croacia habrán pasado 13 días y la decisión de que juegue o no pareciera estar más ligada a una cuestión del planteo táctico que el entrenador piensa utilizar. En el Qatar University, en el principio de la tarde ya sin sol ni altas temperaturas, el 11 hizo un poco de bicicleta fija en la que se lo vio de muy buen humor, participó de un par de ejercicios con pelota y enseguida comenzó a correr variando la intensidad de la velocidad, frenando y cambiando de dirección.
La entrada de Fideo contra Países Bajos, aunque fue poco tiempo, le dio frescura al equipo. No hay muchos jugadores que tengan el uno contra uno metido en la cabeza como obsesión. Y como si fuera poco, fue importante para bancar la parada cuando Dumfries quiso intimidar a Enzo F. en la previa a su penal. Al dente.
“NO ME GUSTÓ QUE ME HAYA TILDADO COMO EL PEOR DT DE SU CARRERA. TUVO PROBLEMAS PERSONALES”.