El motorcito de la Selección otra vez se mandó un partidazo para que, en su primera Copa del Mundo, sea merecido finalista. En este texto te contamos su rol para que Leo volviera a ser feliz con la celeste y blanca.
Se ganó el apodo de Motorcito de la Selección. Es el amigo de Lionel Messi, inseparable del capitán dentro y fuera de la cancha. Es el que lo busca con pases en el verde césped y el que le convida unos verdes mañaneros. Ahí está Rodrigo de Paul, pilar del equipo que dirige Lionel Scaloni, apoyo permanente del mejor del mundo y de sus compañeros. No por nada es el que más kilómetros recorrió (no a nivel turismo, sino en los partidos del la Copa) según el GPS.
“Es mi primer Mundial y todavía no caigo. Jugar una final es para muy pocos, pero somos merecedores de esto. Ojalá pueda caer rápido para disfrutar de todo esto”, dijo el ex Racing, que debutó en el seleccionado en el 2018, post Rusia.
Clave en el medio para la recuperación y la salida rápida, De Paul fue otra vez vital para Messi y compañía. El actual volante del Atlético Madrid es el copiloto de Messi, dentro y fuera de la cancha. “Los mates de la mañana”, escribió De Paul en sus historias previo al
Mundial y la imagen también fue replicada por Leo y Papu Gómez en sus redes. Eso resultó un regalito para los fanáticos, que disfrutaron de ver la intimidad y el paso a paso de la Selección en la previa del gran objetivo. Pero atrás también hay una historia...
Ahora, con la Selección ya en el partido decisivo de la Copa, De Paul sostuvo que “puertas adentro sabíamos que podíamos llegar a este punto. Este equipo dio una muestra innombrable
A PURO MATE, EL 7 VOLVIÓ A METER A LEO EN EL GRUPO TRAS EL 2018.
de lo que es capaz”.
Y siguió: “Quiero agradecerle a la gente por su apoyo. Espero que se sienta identificada como nosotros nos sentimos identificados con los hinchas. Lo que estamos viviendo es un placer que nos da la vida”.
Allá lejos y hace tiempo, De Paul fue el gran artífice de la integración de Messi al nuevo grupo de la Selección. Junto con Paredes, fueron los que le golpearon la puerta de la habitación para sumarlo al grupo. Leo venía golpeado luego de lo que había pasado en Rusia, pero en su retorno a la Selección fue recibido por los mates del que suma 50 PJ en el equipo nacional.
“Leo, ¿tomás unos mates con nosotros?”, lo invitó De Paul. Y a partir de allí empezó una nueva historia en la Selección. Copa América en el bolso. Y ahora otra final mundialista. Que termine dulce, no amarga...