“NO ME PUEDO COMPARAR CON BILARDO, MENOTTI Y SABELLA”
El DT se emocionó, lloró y recibió una ovación, pero no dejó su perfil bajo: “Ya dirigir una final es un privilegio”.
Intento no emocionarme. Estoy en el lugar soñado para cualquier argentino y todos actuarían como lo hago yo. Cuando representás a tu país es imposible no hacer lo que hacen estos chicos. Es emocionante. Y lo de la gente también. Va todo de la mano. En momentos difíciles cuando perdimos con Arabia sentimos el apoyo, y eso es inigualable. Que festejen, porque es momento para festejar, porque Argentina está en el pedestal del fútbol y es para estar contento”.
Llora. Llora a full. No como los días previos cuando se emocionó un par de veces en algunas entrevistas y se le humedecieron los ojos. Esta vez, Lionel Scaloni tiene los ojos inflamados, rojos y llenos de lágrimas que caen sin parar. Su Selección Argentina acaba de golear a Croacia en la semifinal y meterse en el partido por el título del domingo ante el ganador del cruce entre Francia y Marruecos.
Nunca un técnico ganó la Copa América, mantuvo un invicto de 36 partidos y después llegó a la final de un Mundial, y mucho menos un técnico de apenas 44 años en su primera gran experiencia al frente de un equipo. Nunca un técnico se ganó tanto cariño y simpatía como para lograr que su apellido se convirtiera en el apodo de la Selección.
No por nada Scaloni se arrimó a una tribuna para saludar a su familia y se llevó un enorme regalo de los hinchas que coparon el estadio de Lusail, cuando pasaron de cantar “que de la mano de Leo Messi” por “que de la mano de Leo Scaloni”, como habían hecho tiempo atrás en el Monumental, pero ahora nada más y nada menos que en un Mundial. “No me gusta mucho, porque todo es de los jugadores”, dijo con su perfil bajo cuando en la conferencia le mencionaron la tremenda ovación que había recibido minutos antes.