SUB 20 Y EL EFECTO TRES ESTRELLAS

YA NOHAY TICKETS PARA LA FINAL DEL MUNDIAL.

El efecto Mundial no se apaga. Más allá de la fiesta en continuado que fue el regreso de la Selección en los amistosos con Panamá y Curazao, la Copa del Mundo ganada en Qatar removió sentimientos. Alimentó el sentido de pertenencia no sólo de los jugadores más chicos o más grandes por salir a la cancha con la celeste y blanca sino que generó una identidad desde la gente que hacía tiempo parecía perdida. La empatía que logró este plantel con los hinchas trasciende a ellos y entonces se agotan las entradas para ver una final del Sub 20 en un Mundial en el que Argentina ni siquiera estaba clasificada.

La emoción de celebrar la celebración está a flor de piel y aunque algunos quizá no sepan que “ese pibe del Manchester” no va a poder estar, se preocuparon por tener un ticket para una definición en la que la Selección está lejos de tener su lugar asegurado. Los pibes de Mascherano irán paso a paso y tendrán que esforzarse para llegar al último partido de un torneo al que ya había descartado. Si el juego y los resultados acompañan, ya sabrán que no estará Garnacho pero que los Soulé, los Barco, los Carboni, los Gauto, los Perrone, las joyitas llevarán en el pecho esas tres estrellas que remiten a uno de los momentos más plenos que vivieron millones de argentinos en los últimos tiempos.

Incluso, el efecto Qatar tuvo su peso clave a la hora de conseguir que el país pudiera ser la sede del torneo. No estarán Messi y compañía pero todos quieren permanecer cerca de esos colores. ¿Alguien puede creer realmente que cuando aún la competencia no está en boca de todos se agotan las entradas así porque sí? La sola posibilidad de un nuevo festejo, aunque sea juvenil, sin viajes suntuosos e imposibles, convirtió a esa final que se jugará en La Plata en lo más parecido a revivir lo que disfrutaron miles en la lejana Lusail qatarí.