Lautaro hizo el gol con el que el Inter liquidó al Milan y se clasificó a la gran final de la Champions. “Ojalá que podamos coronar”, dijo el goleador, ya ídolo.
TREMENDO FESTEJO DE LAUTARO CON LOS TIFOSI.
El zurdazo le salió incontenible. Tanto como el festejo loco, subido y colgado a la valla en la que los hinchas del Inter gritaban y festejaban. Lautaro Martínez hizo el gol con el que el Nerazurro liquidó las semifinales ante el Milan y consiguió la clasificación a la gran final de la Champions League que se disputará el 10 de junio en Estambul.
“Vi el primer palo descubierto e intenté ponerla ahí. El remate fue fuerte y fue una alegría. Un momento único donde perdés la noción, me salió hacer eso y disfrutar con la gente. Seguramente este partido quedará en la historia de este club”, explicó su tanto el autor del gol pese a que “no se acordaba bien” entre tanta felicidad. No es para menos sabiendo que le ganaron el clásico y eliminaron al rival de ciudad y que ahora esperarán por el Real Madrid o el Manchester City para el partido que toda Europa sueña con jugar.
Una clasificación a la final que terminó siendo justa para un Inter que dominó los dos partidos y nada menos que en el derby. Después del 2-0 de la ida conseguido en los primeros 15 minutos, en este encuentro de vuelta supo aguantar hasta conseguir la diferencia en el momento justo para liquidar la serie. Cuando ingresó Romelu Lukaku se agilizó aún más el ataque y volvió a verse esa dupla que supo ser temible con el argentino. Y fue por una conexión entre ellos que el ex Racing se acomodó y sacó un zurdazo al primer palo para vencer la resistencia del arquero Maignan y festejarlo de cara a los tifosi.
Un gol con un valor inmenso para el Toro, que llegó a ocho goles frente al Milan y así quedó como el tercer jugador de Inter que más le convirtió en el Derby della Madonnina detrás de Giuseppe Meazza (12), el histórico que le da nombre al estadio. Tremendo. Un premio para Martínez, quien había hecho un muy buen partido de ida a puro desgaste y sin dar una pelota por perdida. Y repitió en esta vuelta, bancándose el cruce con los dos centrales rivales hasta conseguir su tanto, el tercero para él en esta Champions y el N° 99 con el club. Por eso, cuando le dejó su lugar a Joaquín Correa, los hinchas estallaron en ovación y aplausos para un jugador al que ya consideran un ídolo nerazzurro y que es líder.
“Llevar la cinta de capitán en estas instancias en un torneo tan importante como es la Champions es un premio, un motivo de orgullo y satisfacción por el trabajo que uno hace desde chico y ojalá que lo podamos coronar”, contó el Toro, post partido. El Nerazzurro jugará por sexta vez la final de la Copa