Lamela, con un cabezazo en el alargue, puso al Sevilla en una nueva final dejando en el camino a la Juventus. El equipo más argento de Europa definirá ante la Roma de Dybala. EL COCAZO FINAL

MONTIEL, PAPU, LAMELA Y OCAMPOS FESTEJAN.

Poco importa que Sevilla ni siquiera esté en zona de ingreso a la próxima Europa League en la tabla de Laliga. El décimo puesto no refleja todo lo competitivo que puede ser cuando hay noche de Copa y el Ramón Sánchez-pizjuán se llena de colorado para convertirse en un infierno. Lo padeció una Juventus que compitió hasta donde pudo pero terminó sucumbiendo ante un equipo que fue superior de principio a fin y que ni siquiera tembló cuando se encontró en desventaja. Y los cinco argentinos del Sevilla dejaron su huella (Ocampos, Acuña, Montiel y Papu) y pero el que se robó la atención fue Lamela, quien terminó dándole el pase a los locales, que definirán contra la Roma de Mou.

Pero más allá del triunfo de Sevilla, hay que sacarse el sombrero con los dos equipos. De principio a fin no recularon ni un poco. Jugaron un primer tiempo lleno de chances de gol y si terminó en empate fue porque brillaron los arqueros o porque algún palo, como el de Kean tras pase de Di María.

Las primeras alegrías llegaron en el ST. Primero fue el ingresado Vlahovic quien aprovechó un error local y puso en ventaja a la Juve. Pero seis minutos después, el Huevo Acuña recuperó una pelota bárbara que le quedó a Suso y el zurdo la clavó de un ángulo. Empate y camino directo al tiempo extra. Allí, de movida, Lamela conectó de cabeza un centro desde la izquierda y así lo aguantó hasta el final. ““Lo soñé ayer, lo pensé todo el tiempo y se me dio”, dijo Coco. Sevilla irá en busca de su séptima estrella en Europa League, el más ganador de la historia.