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LAUTARO SE COPA

LAUTARO, CAMPEÓN DE LA COPA ITALIA POR 2ª VEZ. No hay nadie que frene al Toro: marcó dos goles para que el Inter gane la Copa Italia ante la Fiorentina, superó los 100 en el Nerazzurro y lleva 19 desde Qatar.

- POR MATÍAS ORTIZ maortiz@ ole.com.ar

Noviembre de 2022. Estadio Lusail de Doha. Pintaba para baile, para goleada, para fiesta, para un debut mundialist­a a tono con el proceso de la Selección Argentina en los últimos años. Sin embargo, la línea defensiva de Arabia Saudita y el VAR semiautomá­tico le negaron dos golazos a Lautaro Martínez. Con el paso de los partidos, la Scaloneta se iría fortalecie­ndo y terminaría levantando la Copa del Mundo en Qatar, pero el 9 no tuvo un protagonis­mo acorde a las expectativ­as, salvo por el penal definitori­o contra Países Bajos. Flojita responsabi­lidad...

No obstante, el Toro se sacó definitiva­mente la mufa luego de la consagraci­ón: se asentó como capitán del Inter, marcó 19 goles en 33 presentaci­ones, llevó al Nerazzurro a la final de la Champions, ante el Manchester City, eliminando nada menos que al Milan. Como si fuera poco, Lautaro sumó un nuevo ítem a esta etapa gloriosa: con dos festejos, el argentino fue la figura de un Inter que se lo dio vuelta 2-1 a la Fiorentina y levantó su 9ª Copa Italia. Ah, llegó a los 101 goles con su equipo. Sí, está en llamas.

Para el Inter era un casillero hacia Estambul. Para la Fiorentina, un escalón hacia el partido definitori­o de la Conference League, en Praga. Sin embargo, ambos fueron con lo mejor: Simone Inzaghi puso al mismo equipo que segurament­e enfrente a los de Guardiola (salvo por Samir Handanovic en lugar de André Onana), mientras que Vicenzo Italiano hizo 10 cambios con respecto al último 1-1 sobre Torino, con Nicolás González y Lucas Martínez Quarta de titulares (el Chino fue el único que repitió).

Justamente el ex Bicho fue el encargado de poner el 1-0 en el inicio: Ikoné metió un centro raso que pasó por delante de los centrales y llegó al otro extremo, para que el argentino la empuje ante la salida del arquero serbio. No obstante, Lautaro se encargó de que la alegría le dure poco a la Viola. A los 27’ PT, Marcelo Brozovic lo encontró y, mano a mano, el 9 no perdonó para el 1-1. Y a los 36’ PT, la obra de arte: Nicolo Barella metió la pelota a la olla y el Toro la enganchó de volea para, con un golazo, firmar el 2-1 definitivo. En el complement­o, el Nerazzurro se sintió cómodo con la ventaja y se dedicó a conservarl­a. Una cualidad que caracteriz­ó a los de Inzaghi durante toda la temporada. Eso no le privó a la Fiorentina tener varias jugadas de peligro para empatar, pero no alcanzó. Joaquín Correa ingresó a poco del final. De esta manera el Inter sumó un nuevo trofeo en sus vitrinas, a semanas de la final de la Champions.

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