LA MUDANZA
La encuesta de Olé sobre cuál de los proyectos de la cancha prefiere la gente arrojó un resultado asombroso: el 64% de los consultados optó por opciones que implican la construcción de un estadio nuevo.
Boca,labombonera, su gente y una encrucijada. Debe definir el futuro del estadio, hoy encerrado entre un debate de cuatro paredes: la modernidad y la tradición; lo ideal y lo posible. El 100% de los hinchas les gustaría remodelar el Templo, hacerlo más grande, con todos los chiches, pero quedó claro que es casi imposible porque no hay para dónde crecer.
Los dueños de las propiedades de las dos medias manzanas sobre Del Valle Iberlucea se niegan a vender, o no están, o no hablaron con los dirigentes. Y hasta aquí había una resistencia granítica de que la Bombonera no se negociaba. Eso, al parecer, comenzó a cambiar habida cuenta de que los 57 mil lugares de la cancha de Boca ya suenan ridículamente ínfimos para los más de 300 mil socios y millones de hinchas que tiene el club. Olé hizo una encuesta sobre cuál de los cuatro proyectos de remodelación es el preferido, y lo novedoso es que las dos opciones más votadas (64% del total) implica la construcción de un estadio nuevo: uno, el que elaboró la agrupación que lleva a Jorge Reale como candidato a presidente, y contempla un estadio nuevo en la Isla Demarchi, con capacidad para 112.000 personas, con un costo de 400 millones de dólares. El otro, también implica edificar un estadio nuevo en los terrenos que el club posee en Casa Amarilla. Este proyecto es el que impulsa Mauricio Macri con su candidato a presidente, Andrés Ibarra, con un estadio para 105.638 espectadores y un costo estimado de 380 millones de dólares.
Los otros dos proyectos requieren el aval de los habitantes de las dos medias manzanas. El del oficialismo-bombonera 360°- contempla la ampliación de la capacidad a 80 mil espectadores y una inversión de 80 millones de dólares. Y el proyecto Esloveno Plus (requiere comprar menos pro
EL TEMA DE LA CANCHA SERÁ EJE CENTRAL DE LAS ELECCIONES.
piedades sobre Iberlucea) lleva la capacidad del estadio a 80 mil y un costo estimado de 70 millones de dólares.
Queda claro que el peso de los hinchas que no pueden ir a la cancha influye más que el deseo -entendible- de seguir jugando en uno de los estadios más míticos del mundo, que empieza a ser sostenido por la minoría intensa que puede concurrir a la cancha. Si bien un estadio de 100 mil personas no llegaría a satisfacer la demanda, al menos es un número más acorde con el escenario requerido para un club de la envergadura de Boca.
Esta disyuntiva estará presente en la batalla electoral de fin de año, con la posibilidad de una mudanza histórica que, lentamente, va tomando cuerpo.