FUE COMO UN NOCAUT TÉCNICO
Atlético le dio un golpazo a Arsenal en el debut de Vilar en el banco. Le ganó en la última jugada del partido y lo dejó más comprometido con el descenso. No levanta.
Si bien a Atlético y Arsenal se los puede encontrar en el fondo de la tabla, sus contextos y necesidades son diferentes. Por un lado, el Decano estaba obligado a ganar en casa porque apenas lo había logrado en uno de los últimos diez partidos como local. Del otro, el debut de Vilar en los del Viaducto servía como un posible punto de inflexión de cara al futuro. Porque si bien los de Sarandí están últimos en los promedios, sumar en Tucumán era una buena manera de empezar.
Y pintaba que el empate sin goles dejaba más satisfecha a la visita. No había sido para nada bueno el partido entrando ya al tercer minuto de los cinco adicionados por Arasa. El local, con dos remates desviados de Coronel y Estigarribia, y un zurdazo de Ruiz Rodríguez atajado por Medina, se había acercado un poco más al triunfo. Pero tampoco había brillado ni mucho menos. Había murmullos en casa del Decano porque, a priori, Arsenal era el rival ideal para volver al triunfo. Pero eso no pasaba...
Sin embargo, cuando el Arse ya se relamía con un punto más anímico que útil para la estadística, el último ataque de Atlético lo dejó con las manos vacías. El ingresado Menéndez bajó de cabeza y dentro del área un pelotazo largo y Ruiz Rodríguez conectó en la puerta del área chica para poner el 1-0 para el Decano cuando el empate sin goles ya estaba bajando la persiana.
Desde siempre había sido Atlético el más interesado en ganarlo. De hecho, Pusineri había hecho un cambio sensible a la salida del descanso. Rompió la línea de cinco defensores y sumó a un volante más para tener más llegada. También le salió bien, porque Sánchez fue un mediocampista que remató al arco y le dio más variantes a su equipo.
Para Arsenal, el golpe fue durísimo. Parece no poder levantar cabeza ni tener de dónde aferrarse.