¿Estará a la altura?
Por Copas, Nacional jugó ocho partidos en Potosí: perdió más de lo que ganó. Ojo, casi todos los rivales que lo vencieron estaban acostumbrados a la altura. Difícil sí, imposible no...
El partido contra Nacional de Potosí en tierras bolivianas tendrá doble desafío para Boca: superar futbolísticamente al rival y vencer los casi 4000 metros de altura en donde está ubicado el estadio Víctor Agustín Ugarte, con la odisea del viaje incluida (ver aparte).
El Nacional boliviano acumula siete participaciones en Copas: seis por Sudamericana y una en Libertadores. Si hilamos fino en cada una de las competencias que jugó a lo largo de su historia, se contabilizan 16 partidos: cinco victorias y 11 derrotas. Solamente en condición de local: ocho jugados, tres victorias y cinco derrotas.
El Potosí no es un equipo que jugó pocos torneos internacionales en relación a su antigüedad -82 años de historia- y el vasto recorrido que tiene dentro del fútbol local. La instancia más lejana que alcanzó en competencias de este índole, fue la segunda ronda de la Sudamericana 2017, donde se topó con un Estudiantes de La Plata envalentonado que lo eliminó ganándole de local y de visitante. Una hazaña en la altura.
Sacando el caso excepcional del Pincha, todos los equipos que le ganaron a Nacional en Potosí, juegan como local en un estadio que tiene cierta elevación sobre el nivel del mar, haciendo que el cambio fuera menos brusco: Melgar, de Perú (2.319 msnm); Guabirá (298 msnm), de Bolivia; y Zulia, de Venezuela (220 msnm). Para jugar la Libertadores contra El Nacional de Ecuador, lo mudaron al Estadio Hernando Siles, que queda a 3.500 msnm Sin embargo, los ecuatorianos también venían acostumbrados a la altura y los golearon (fue 6 a 1).
Entre los que perdieron en la altura, hay tres pesos pesados: Fluminense, Libertad de Paraguay y Sport Huancayo de Perú. Claramente, haber logrado derrotar al brasileño, deja en claro que Nacional está preparado para plantarse contra cualquiera aprovechando el plus de la altura.
Los datos ayudan a dimensionar lo complicado que resulta ganarle a Nacional en Potosí, allá en lo más alto. ¿Podrá Boca?