LOS INTOCABLES
En Armani, Paulo, Barco y Borja, River halló una medular pero también una dependencia por falta de recambio: si alguno se cae, el equipo lo nota. En las vísperas de una seguidilla clave, que ninguno se resfríe...
Arranca un mes decisivo para el 2024 de River. La seguidilla por la que tendrá que jugar cada menos de cuatro días abarca el final de la fase regular de la Copa de la Liga con el objetivo de entrar a los playoffs y, sobre todo, el inicio de la Copa Libertadores. La tanda pedirá un esfuerzo muy grande de los jugadores pero también la inteligencia del CT para regular las cargas de los titulares y no perderlos en las batallas más bravas. Sí, la famosa rotación está contemplada en los planes, pero la manera de aplicarla es la cuestión para que el equipo se resienta lo menos posible. Y la premisa corre distinto para algunos jugadores puntuales: hoy la columna vertebral de River asoma como irremplazable.
Sí, Armani, Paulo Díaz, Barco y Borja son no solo los jugadores más regulares del semestre sino los que menos relevos a la altura tienen: no deberán resfriarse en esta parte de la temporada. Armani, con números top a sus 37 años y un palmarés que lo ubica hace rato como el portero más ganador de la historia del fútbol argentino (y quinto a nivel mundial), es una de las figuras del 2024 para River que con él en el arco sólo recibió ocho goles en 13 partidos (segunda valla menos vencida detrás de la de Godoy Cruz). El Pulpo, hoy de gira por EE.UU. con la Selección, es número puesto para la Copa América y está en las grandes ligas del arco: por caso, su tarea en la Mayor es cuidarle la espalda y exigir a quien fuera elegido el mejor arquero del planeta en la última temporada, el Dibu Martínez. Pero también es irremplazable para el CARP porque hoy no tiene una variante probada: con un Ezequiel Centurión que sumó minutos en Primera pero aún no se terminó de establecer y con chicos por detrás como Lavagnino y Beltrán que aún no tienen participación oficial, el del arco es tal vez el puesto con menos equivalencias competitivas del plantel.
No muy lejos del caso del 1 está en el arco de enfrente: Borja tampoco podrá ser baja en esta etapa. Con 11 goles en el año, no sólo es el top scorer del equipo sino el goleador del campeonato por buena diferencia. Con el desafío de seguir de racha para reinsertarse en la Selección Colombia y tener un lugar en la Copa América, el Colibrí tampoco competencia interna: Colidio ya demostró más de una vez (la última, en el amistoso en Mendoza) que jugar como referencia central del ataque es hacerlo fuera de su habitat natural, mientras que Ruberto aún parece tener mucho más futuro que presente como para cargar con esa mochila.
En la columna vertebral aparecen en defensa y en el medio otros dos insustituibles como Paulo Díaz y Esequiel Barco. El chileno es de los pocos con nivel internacional probado del plantel y, por caso, esta tarde probablemente tenga que marcar a un tal Mbappé cuando la Roja visite a Francia en el Vélodrome de Marsella. Paulo, líder futbolístico emergente y uno de los más queridos por la gente, es necesario en cancha: sin un relevo confiable en un David Martínez que aún no recuperó su nivel tras tanta inactividad, un Boselli que no terminó de asentarse entre la zaga y el lateral derecho y un Funes Mori que sigue con sinovitis, la presencia de PD incluso potencia el rendimiento de un González Pirez que rinde mucho mejor con él en dupla.
Barco es otro imprescindible: líder de asistencias en todo el fútbol argentino con seis pases gol, su lugar es el que más variantes le ofrece a Micho (Echeverri, Nacho, Mastantuono, Lanzini, Palavecino), pero ninguna con sus características: el cambio de ritmo, la verticalidad y sobre todo el sacrificio que le agregó a su juego para poder rendir como interno lo transforma en una carta obligatoria, en una temporada en la que el propio EB se puso como objetivo volver al nivel que lo hizo seleccionable durante su etapa de Juveniles. Por eso ajustó mucho su alimentación (tiene un nutricionista personal en su staff) y trabaja a contraturno.
Sí, la columna es intocable para Demichelis en esta etapa. Que ninguno se te resfríe, Micho…