“A BIELSA LO VEO CON MUY BUEN FUTURO EN URUGUAY”
Después de ser técnico de Cambaceres y al mismo tiempo que trabaja en el marketing de Temperley, Palito Pereira pasó a jugar en la Kings League de Sudamérica. Su vínculo con el fútbol, el Loco y los jugadores post pandemia.
Alvaro Pereira es un bicho de fútbol. A los 38 años, tres después de haberse retirado en Estudiantes de Mérida, ahora regresa al ruedo de una manera particular: será parte del Real Titán, el conjunto de Germán Garmendia que competirá en la Kings League de Sudamérica. Palito, es evidente, no puede estar sin la pelota. Después de una frondosa carrera como destacado lateral izquierdo, que incluyó el paso por 13 clubes (Miramar Misiones, Quilmes, Argentinos, CFR Cluj, Porto, Inter de Milán, San Pablo, Estudiantes de La Plata, Getafe, Cerro Porteño, Nacional de Montevideo, River de Asunción y Estudiantes de Mérida) y el privilegio de jugar dos Mundiales (Sudáfrica 2010 y Brasil 2014) y tres Copas América con Uruguay, el charrúa despuntó el vicio de la dirección técnica en el Ascenso argentino (dirigió a Cambaceres). Y para no perder contacto, además de trabajar en el área de marketing de Temperley, se sumó a la era del balón por streaming. - A un apasionado como vos me imagino que le habrá costado el retiro.
-¿Sabés que no? Me vacié completamente hasta el último día. Más allá de eso, nunca falta el fulbito con amigos, ja. Y ahora me toca acompañar a mis hijos, que están en Infantiles y Juveniles de Temperley, algo que me gusta mucho porque estar cerca de las canchas me hace bien. - Se nota, porque aceptaste rápido la propuesta para sumarte a la Kings League.
-En gran parte se dio por mis hijos, que me insistieron para que jugara. Le pedí permiso al club y vamos a ver qué tal es todo. Vamos a experimentar un poco
-Vas a jugar para el equipo de Germán Garmendia. ¿Hablaste con él?
-Fue un poco raro: al principio me llamaron desde Chile, me acercaron la propuesta y yo estaba un poco tímido,. Pero después acepté y viajé a México para empezar con todo el recorrido. Se juega desde finales de febrero hasta la última semana de abril aproximadamente y después se hace un torneo con la Kings de España, que ahí compiten los equipos de Ibai, de Piqué, de Agüero y demás. Y más adelante los mejores equipos van a jugar un mundial en España.
-¿Que vivas en City Bell está ligado a tu paso por Estudiantes?
-No, mi mujer es de La Plata y decidimos hacer base acá cuando yo jugaba en Quilmes. Al principio no fui muy partidario de jugar en alguno de los equipos de La Plata por una cuestión de que vivía ahí, pero el fútbol es muy dinámico y se dio que jugué en Estudiantes, donde quedé muy identificado. Aunque más allá de eso, tengo el mayor de los respetos para Gimnasia. -¿Y cómo te tratan los hinchas hoy en día en una ciudad tan futbolera?
-Me tienen mucho cariño porque era la clase de jugador que tenía el ADN de Estudiantes. Si bien creo que mi paso se opacó un poco por el inconveniente que tuvimos en Mar del Plata, cuando me expulsaron en ese clásico de verano que terminó en escándalo, igualmente el reconocimiento de los hinchas es increíble y me sorprende.
-¿Qué hay de cierto de que arrancaste como técnico casi de casualidad?
-Fue un poco así. En la academia de fútbol de City Bell, donde jugaban mis chicos, me pidieron si podía ser profesor porque tenía el carnet de entrenador y la verdad que me gustó la experiencia con nenes de entre 9 y 15 años. Y en ese proceso, uno de los papás de los chicos había jugado en Cambaceres, que justo se había quedado sin entrenador y me contactó para que se diera mi llegada. Fue una experiencia muy linda: nos quedamos a las puertas del Ascenso porque perdimos la final con Yupanqui por 1-0.
-Sos multifacético: de ahí, al marketing de Temperley.
-Sí. Colaboro para que no le falte nada al jugador, más en estos tiempos que son chicos post pandemia, aunque no descarto seguir la carrera como entrenador.
-¿A qué te referís con los chicos post pandemia?
-A los jugadores que quizás no tienen las herramientas que teníamos nosotros. La calle está difícil y hay que hacer un gran trabajo para acompañarlos. Muchas veces son chicos que psicológicamente son débiles y se vienen abajo. Les falta la calle que teníamos nosotros en los ‘90. Son los chicos de la Play, mucho celular y redes sociales a los que hay que enseñarles cómo se tienen que manejar en el barrio y en la calle.
-Esos chicos, que son los mismos que te conocen por la Play, ¿qué te dicen cuando te ven?
-Hoy me googlean y dicen entre ellos: “Che, Palito jugó en todos lados”. Pero más allá de eso, soy un simple papá que está ocupando un rol determinado. Soy muy perfil bajo e intentó colaborar dándole todas las herramientas a Temperley para que no les falte nada. Ahora tenemos la posibilidad de tener un predio para que todas las juveniles tengan un salto de calidad.
-Pero no dejás de ser DT. Como colega, ¿cómo ves esta nueva etapa de Uruguay con Bielsa a la cabeza?
-Muy bien. El Loco le va a venir muy bien a Uruguay por las características de jugadores que tenemos hoy. Lo veo con muy buen futuro. Hace poco tuve la oportunidad de ir a charlas con él en el complejo de la selección y es un técnico ideal para seguir el proceso que empezó el Maestro. Su mano se va a empezar a ver más nítida en la Copa América.
“A LOS PIBES DE HOY LES FALTA LA CALLE QUE TENÍAMOS EN LOS ‘90”.