Olé

UN EQUIPO TODO TERRENO

Boca finalmente se aloja en Sucre y el mismo día del partido se traslada a Potosí en camionetas 4x4. Un viaje insólito que complica mucho la ajustada agenda xeneize.

- GONZALO SULI gsuli@ ole.com.ar

El debut de Boca en la Copa Sudamerica­na será recontra complejo. Y no porque Nacional de Potosí sea un rival de temer o muy superior, pero sí por el viaje a Potosí. Fue el propio Diego Martínez el que ya en dos oportunida­des en los últimos días habló de una logística “complicada” para llegar a Bolivia. Y no se equivocaba: se confirmó que el plantel tendrá que realizar un periplo poco habitual, dormir en hoteles separados y que incluso tendrán que llegar a esa ciudad en ¡camionetas 4x4!

La hoja de ruta de Boca para este primer partido de

Copa Sudamerica­na es una verdadera locura. De movida, la delegación no puede viajar directamen­te a Potosí... El aeropuerto Capitán Nicolás Rojas de la ciudad del altiplano no está operativo para vuelos comercia

les y por eso la alternativ­a más potable es la de arribar al aeropuerto de Alcantarí, en Sucre, departamen­to de Chuquisaca, a exactos 158 kilómetros del escenario donde el 3 de abril desde las 21 horas el Xeneize debutará en la copa internacio­nal.

Hacia allí partirá Boca el martes 2/4 en vuelo comercial desde las 14 para arriba en tierras bolivianas a las 16 aproximada­mente. Sin embargo, el viaje es apenas una parte de la aventura de los jugadores: además, la delegación dormirá en ¡hoteles separados! porque Sucre no tiene la suficiente capacidad hotelera para todos. Por eso, los jugadores y el CT estarán en uno y el resto del staff en otro.

Al día siguiente, el miércoles del partido, seguirá la odisea. El plantel desayunará y partirá en camionetas 4x4 hasta Potosí. ¿Por qué mediante esta vía? Porque se trata de un camino sinuoso, de montaña y en ascenso, un recorrido que no tiene la misma dificultad si se hace en un auto particular que si se ejecuta mediante un ómnibus o micro de pasajeros. En ese último caso, el plantel podría recorrer los 150 km que separan a un ciudad de otra en siete horas. Y no es viable.

Es decir, recién ahí, después del viaje a Bolivia, de dormir en Sucre y de recorrer un tramo complicado en camionetas, Boca llegará al estadio Víctor Agustín Ugarte apenas unas horas antes del pitazo inicial. El dato: el partido se disputará a 3.900 metros.

Sin embargo, el ¿calvario? para Boca continuará una vez que terminé el encuentro. Porque para volver harán la misma logística, pero al revés. Claro, de Potosí a Sucre otra vez en camionetas ya en horas de la madrugada, harán noche nuevamente en dos hoteles en esa ciudad y recién el jueves a media mañana abordarán el vuelo que los regresará a la Argentina.

Ya en el país, Martínez tendrá que trabajar rápido. Sí, el viernes 5 de abril Boca enfrenta a Newell’s por el torneo local. Una agenda recontra apretada. Pero por sobre todas las cosas, un viaje insólito que le complica mucho los planes.

“UN VIAJE DIFÍCIL, CON UNA LOGÍSTICA COMPLEJA” Diego Martínez Palpitó la travesía en conferenci­a.

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