COME TORITO
El León del Imperio pisó fuerte en Mataderos: con un golazo de Valiente superó con claridad a Chicago y festejó por primera vez de visitante.
Tremendos son los tres puntos que se llevó Estudiantes de Río Cuarto para Córdoba. Así como son tremendos, son más que merecidos. El León del Imperio visitó Mataderos y venció 1-0 a Chicago. Y fue más. Superior al rival durante todo el partido. Es cierto, sin mostrar un juego vistoso, lo ganó. No fue lujoso, pero sí efectivo y peligroso. El fútbol también es saber leer los momentos y el conjunto de Mateo tuvo eso.
Cuando tuvo que meter, metió, cuando tuvo que jugar, jugó. Fue más inteligente. Del otro lado, un planteo pobre y desconocido del equipo local. El Torito tuvo una tarde complicada: le costó la generación de juego, crear oportunidades, estuvo flojo en defensa y casi ausente en el medio campo. Lo único bueno de Chicago lo generó Escobar. El colombiano fue desequilibrante, pero no lo acompañaron. De todos modos el Torito, obligado y con más empuje que otra cosa, tuvo las suyas, pero no fue fino.
Contrario a lo mostrado por Estudiantes. El resultado pudo ser mayor a favor del visitante, pero el no ser eficaz de cara al arco rival dejó las cosas en la mínima diferencia.
Para destacar el partido de Francisco Galván, 9 de los cordobeses. Sí, no convirtió ningún gol, pero en un partido de juego largo, supo pivotear de gran manera: dejó dos veces mano a mano a Villalba, quien no logró convertir las oportunidades.
Valiente fue el apellido de quien anotó el tanto de lo que fue más que una victoria. El León mandó al matadero al Torito, uno flojo que perdió por primera vez en el torneo de local.