El mundo que recibirá al nuevo presidente
El año próximo se caracterizará por un conjunto de elecciones alrededor del mundo, que serán decisivas por la importancia de los países en los que tienen lugar.
En Rusia tendrá lugar en marzo la elección presidencial. Putin será reelecto, lo que no es sorprendente dadas las características del régimen y la situación de guerra que vive el país con Ucrania. Pero la novedad será la oposición. En el pasado, las fuerzas liberales y proeuropeas obtenían aproximadamente una cuarta parte de los votos frente a la hegemonía del partido Rusia Unida de Vladimir Putin. Ahora será diferente. La minoría serán las fuerzas que cuestionan la falta de energía en la guerra. Es el tipo de actitud que asumieron los mercenarios de Wagner en el motín que lideró el extinto Yevgeny Prigozhin. Putin no será criticado por continuar la guerra, sino por no obtener la victoria.
Entre finales de abril y principios de mayo se realiza la elección más grande del mundo por cantidad de votantes: la India. El primer ministro Narendra Modi, un líder nacionalista hindú, se impondrá nuevamente para un tercer mandato consecutivo. En una elección india votan más personas que en Estados Unidos y Europa sumados. Este país es hoy el primero en población del mundo y también primero en votantes. Es la quinta economía, tercer gasto militar y cuarto país en la carrera espacial. Mantiene un delicado equilibrio entre China, Rusia y Estados Unidos.
En junio se realiza la elección para el Parlamento Europeo. Se votará simultáneamente en los veintisiete países de la Unión Europea.
Los legisladores electos determinarán las autoridades ejecutivas. La duda central es cuánto pueden crecer los sectores denominados soberanistas, que expresan a las vertientes nacionalistas, son críticos de la misma Unión Europea y del rol que Estados Unidos tiene en Europa.
Las elecciones relevantes de 2024 culminan con la presidencial de los Estados Unidos, que se realizará en noviembre. Donald Trump por los republicanos y Joe Biden por los demócratas son los candidatos más probables. El expresidente republicano tiene claras preferencias en comparación con los seis candidatos restantes de su partido. Hoy tiene ventaja sobre el presidente en ejercicio, cuya candidatura parece poco competitiva para sectores del electorado demócrata.
En la región tendrán lugar unas elecciones relevantes: la presidencial de México. Este país tiene un periodo presidencial de seis años, tras el cual no se puede ser presidente de por vida. Es probable el triunfo de la candidata del actual presidente Andrés López Obrador, la exalcaldesa de Ciduad de México, Claudia Sheinbaum. Las tres fuerzas tradicionales se han unido contra el oficialismo, pero no parecen tener chances de ganar, dada la popularidad que mantiene el actual presidente.
En octubre será el turno de las legislativas en Brasil, el país más importante de la región, que tiene un liderazgo que se hace sentir pero suavemente. Son elecciones importantes para Lula. El bolsonarismo no está muerto, pese a que una sentencia judicial impide al expresidente presentarse hasta 2030. La actual oposición tiene algunos candidatos competitivos en distritos claves.
A mediados de 2024 tendrá lugar la elección presidencial de Venezuela y lógicamente Nicolás Maduro se presenta para obtener una nueva reelección. El 22 de octubre de este año la oposición realizó una primaria para elegir su candidato. Fue elegida por un amplio margen María Corina Machado, quien estaría en condiciones de disputarle el poder con éxito a Maduro si la elección fuera realmente libre.
En este escenario global y regional asumirá un nuevo gobierno en Argentina. Las elecciones anticipadas a nivel provincial y la primera vuelta realizada el 22 de octubre han dejado una situación política que obligará a generar consenso para poder gobernar.
Los gobernadores muestran una relación de fuerzas en la cual Unión por la Patria domina una decena, incluyendo a la decisiva provincia de Buenos Aires. A su vez, lo que fuera Juntos por el Cambio retiene otro tanto, con predominio de los distritos medianos como Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza y Entre Ríos. Los demás son peronistas disidentes y partidos provinciales.
En el Senado, el peronismo está a uno o dos senadores de la mayoría propia. Dominará la Cámara. En Diputados, en cambio, le faltan aproximadamente veinte legisladores para el quórum propio. Pero si bien la suma matemática de los legisladores de Milei y los electos por Bullrich llegaría a la mayoría propia, las divisiones de estas fuerzas hacen difícil que las articulen.
En el conurbano bonaerense, la mayoría de Unión por la Patria es aplastante: treinta y cuatro de cuarenta intendencias. En la legislatura provincial, una suma de lo que ha sido Juntos más los libertarios disputa con éxito la mayoría al oficialismo provincial, que lidera el gobernador Axel Kicillof. Pero el fraccionamiento y las disputas en el campo opositor no hacen fácil esta unidad de acción.
En la legislatura porteña, Jorge Macri tiene treinta de sesenta legisladores, es decir, la mayoría. Pero de ellos, doce son radicales que responden a Martín Lousteau. No le será fácil gobernar al primo del expresidente.
En cuanto a la economía, gane quien gane enfrentará una situación urgente: no tendrá tiempo para pensar y menos para dudar.