La industria 4.0 tiene la obligación de seguir el camino de la sustentabilidad
Digitalización, inteligencia artificial, data analytics son todos conceptos que tuvieron su auge este año. En este 2023, la Inteligencia artificial nos mostró que llegó para quedarse, establecer nuevos modelos y desafiarnos a repensar la forma en que operamos.
Por supuesto que por sí sola no hace la diferencia, importa cómo se aplique a los procesos y el uso que se le dé. En nuestro caso una de las aplicaciones es en la Industria 4.0, una revolución industrial que se caracteriza por la integración de tecnologías avanzadas como la propia inteligencia artificial, la Internet de las cosas, la robótica, el análisis de datos y la automatización en los procesos de producción y fabricación. Esta nueva era de la industria busca mejorar la eficiencia, la productividad y la calidad de los productos, así como reducir los costos eliminando procesos que no agregan valor. Representa una transformación digital en la forma en que se investigan, fabrican, producen y comercializan los bienes.
En términos económicos, según el MIT Sloan Management Review, las empresas que han adoptado la transformación digital son un 26% más rentables que sus competidores promedio de la industria y ven una valoración del mercado un 12% más alta. Esto, no es algo sorprendente ya que la digitalización y la innovación brindan la posibilidad de ser mucho más agiles y flexibles y permiten ser más eficientes a la hora de tomar decisiones.
De esta manera, están al servicio de la excelencia operacional y de la sustentabilidad para desarrollar nuevos productos más amigables con el planeta,
El 86% de los ejecutivos dice que están haciendo todo lo que pueden para crear una fuerza de trabajo mejor preparada”
acelerar procesos de investigación, mejorar la productividad y ganar mayor competitividad. Un claro ejemplo de esto es que a través de la incorporación de la tecnología se puede medir el consumo de recursos como agua y energía, logrando así reducción de costos y un mayor cuidado del medio ambiente.
Esta transformación es un proceso profundo que va más allá de adoptar nuevas herramientas, sino que requiere una estrategia que sea transversal a toda la organización, involucrando a todo su ecosistema de trabajo, y que permita proyectar un crecimiento a largo plazo.
Según una encuesta de Deloitte, el 86% de los ejecutivos dice que están haciendo todo lo que pueden para crear una fuerza de trabajo mejor preparada. En esta nueva era donde la tecnología es protagonista, las personas no dejan de estar en el centro de esta transformación, ya que son ellas quienes la hacen posible.
Las nuevas herramientas vienen a potenciar el trabajo de las personas y no a sustituirlo, por eso es importante la capacitación y desarrollo constante de habilidades en los equipos, con el objetivo de prepararlos para trabajar en un entorno digitalizado, aprovechando al máximo todas las ventajas que nos ofrece. Así podemos ver como nuestra realidad se va transformando y avanzando hacia el futuro del trabajo que ya podemos llamar presente.
Las máquinas nos brindan los datos que son muy valiosos en esta época, pero son las personas quienes agregan valor al decodificar y procesar esa información. No hay manera de aprovechar todo lo que nos ofrecen las nuevas tecnologías sin la mirada, la creatividad y el análisis de nuestros colaboradores. Por eso su rol en este proceso es fundamental.
Al mismo tiempo, este cambio de paradigma significa también un cambio de pensamiento. Tenemos que pensar a la tecnología como una aliada, una facilitadora para la operatoria que nos permite acercar mejores productos y soluciones a los desafíos que el mundo hoy nos presenta.
Frente a una realidad cambiante y a un consumidor cada vez más demandante que busca productos que los ayuden a alcanzar sus objetivos de salud y bienestar a corto y largo plazo, es fundamental que las compañías prioricen la innovación, pero sin dejar de pensar en el medio ambiente. Por eso el foco tiene que estar en ofrecer productos cada vez mejores y más sostenibles. Allí es donde la tecnología juega un rol fundamental para el aceleramiento y creación de estas mejoras en términos de formulaciones, empaques y rapidez de llegada.
En resumen, la tecnología es una gran aliada de las compañías que buscan crecer, ser sostenibles en el tiempo y ofrecer mejores productos a sus consumidores.