Las oportunidades para el desarrollo que la Argentina no puede desaprovechar
Másquenunca, la Argentina necesita definir un modelo de desarrollo de largo plazo, un rumbo que incluya medidas de consenso que se puedan sostener en el tiempo más allá de los cambios de Gobierno y su signo político.
El aniversario de los 40 años de democracia, que se cumplirá en pocas semanas, es un logro que merece ser celebrado y que, al mismo tiempo, nos debería alentar hacia un nuevo propósito: encaminar el país hacia un camino de desarrollo económico sostenible e inclusivo y revertir así el crecimiento la pobreza.
Para alcanzar el objetivo de recuperar un horizonte de progreso y que cada persona tenga la oportunidad de construir un futuro mejor para sí mismo y para su familia con su trabajo y con su esfuerzo, la creación de empleo es el pilar fundamental. Hoy, según datos oficiales, menos de un tercio de la población ocupada cuenta con un empleo formal.
Es un momento crucial, donde el mundo nos demanda alimentos, energía, minerales, el conocimiento que producimos. Por sus recursos naturales y humanos, la Argentina tiene un inmenso potencial de crecimiento. Las tendencias globales actuales ofrecen una nueva ventana de oportunidad concreta para nuestro país.
Sin embargo, esta posibilidad puede verse frustrada por la falta de un rumbo claro y los fuertes desequilibrios macroeconómicos actuales. Para poner al país en el camino del desarrollo se necesita reducir la incertidumbre a corto y mediano plazo, adoptar enfoques más modernos en materia de política impositiva y laboral y adaptarse a demandas que cambian a una velocidad sin precedentes.
En el 59° Coloquio de IDEA presentamos un diagnóstico sobre el potencial de cinco sectores de alto impacto que pueden cambiar la economía argentina en los próximos años: la agroindustria, la energía, la minería, la economía del conocimiento y el turismo. Estos entramados
Es un momento crucial, donde el mundo nos demanda alimentos, energía, minerales, el conocimiento que producimos”
productivos tienen además la capacidad de generar efectos multiplicadores en otros sectores de la economía, como la creación de nuevos empleos.
Si estos sectores logran desarrollar su potencial, en los próximos 10 años podrían generar un fuerte crecimiento. La suma de las exportaciones en agroindustria, petróleo y gas, minería, economía del conocimiento y en turismo podrían pasar de los u$s 72.700 millones registrados en 2022 a cerca de u$s 190.000 millones en 2033.
En petróleo y gas, la Argentina cuenta con recursos gasíferos para abastecer al mercado interno y a también a los países de la región. Con la cuarta reserva global de petróleo no convencional y la segunda de gas no convencional en Vaca Muerta, podría consolidarse como un actor relevante en el mercado energético internacional y aprovechar la transición hacia la sustentabilidad y la diversificación en el suministro de energía a nivel global.
En minería, el país es uno de los top 5 en litio, con varios proyectos en operación y en construcción. Cuenta con proyectos de cobre de primer nivel y avances en producción de oro y plata, que representa el 75% de las exportaciones mineras.
La agroindustria, que representó un 66% de las exportaciones del país en 2021 (u$s 51.000 millones), enfrenta el desafío de aumentar el valor agregado en sus exportaciones. En economía del conocimiento, el talento argentino es reconocido a nivel mundial, así como el empuje de nuestros emprendedores que llevó a la creación de más de 10 unicornios en los últimos 20 años. Es un sector que requiere políticas fiscales que lo mantengan competitivo e inversión continua en la formación de habilidades y talento, sus activos más valiosos.
En turismo, en tanto, la Argentina se está revalorizando como destino global, por sus recursos naturales, su cultura y las mayores preferencias asociadas a la sustentabilidad.
Para impulsar de manera efectiva el desarrollo de estos sectores, y del sector privado en general, es indispensable generar un entorno de negocios propicio para la inversión y para la creación de empleo.
Entre las 20 propuestas presentadas por IDEA en el 59° Coloquio, que fueron consensuadas entre CEO de empresas socias luego de un trabajo de más de seis meses, se incluyó generar condiciones macroeconómicas propicias con medidas orientadas a: garantizar la estabilidad fiscal; facilitar el acceso a divisas necesario para atraer inversión extranjera directa; eliminar restricciones a la importación para garantizar el suministro de insumos; reducir progresivamente de los derechos de exportación para fomentar nuevos proyectos e impulsar la reinversión de ganancias, entre otras. Además de condiciones macroeconómicas, cada sector requiere ajustes regulatorios específicos.
Para generar empleo para una Argentina sostenible, se propuso modificar el esquema de multas laborales, para contar con mayor previsibilidad y razonabilidad; modificar el esquema de capitalización de intereses en juicios laborales; generar incentivos a la contratación, por ejemplo, a partir de la extensión del período de prueba a seis meses y la consolidación de un régimen simplificado de emergencia que implique una reducción o eliminación en las contribuciones de las empresas, junto con un sistema de registración y rectificación; y actualizar los convenios colectivos de trabajo.
También es fundamental que se abra un período de regularización de relaciones laborales, sobre todo para pymes y micropymes. Todas estas medidas también requieren la implementación de políticas que vinculen la educación y el mundo del trabajo.
Necesitamos una transformación con un horizonte de largo plazo y eso requiere un liderazgo político, empresarial, sindical y social con vocación de servicio, dispuesto a dialogar y a generar consensos para salir de la parálisis y avanzar.