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Su paso por la facultad en Mar del Plata

- Por A. P.

ca aquella imagen para recuperar algunos recuerdos. “Fue un partido para juntar plata para el viaje de estudios, lo hicimos como un juego –dice–. Emilce era más grande que yo. Era una chica muy fina, muy femenina. Estaba lejos de tirarse al suelo”, dice y se ríe, restándole importanci­a al asunto. Detrás de la foto aparece la fecha: aquel partido fue el 5 de septiembre de 1971, seis años antes de que Emilce se transforma­ra en una víctima del horror con apenas 23 años.

Emilce nació en Realicó el 18 de abril de 1954. Era la hija menor de Miguel Rodolfo Trucco y de Queromilda Vassallo, que venían de familias tradiciona­les de Realicó y de Intendente Alvear, respectiva­mente, y que antes habían tenido dos varones.

El pueblo de ocho mil habitantes está a 179 kilómetros de la capital Santa Rosa y a 95 de General Pico, las dos grandes ciudades que lo rodean. La estación, que se conserva impecable, tiene cerca al molino harinero que supo generar trabajo para los lugareños y que hoy cuenta con una planta de 35 empleados. En esta zona, Emilce Trucco tiene un barrio con su nombre, aunque no haya ningún cartel que lo indique. Se trata de un suburbio de casas que forman parte de un programa de viviendas. Son contados con los dedos de una mano los vecinos y vecinas que saben que el barrio lleva su nombre.

La escuela de Comercio se inauguró el 22 de agosto de 1960 con 25 alumnos. Cuando Emilce egresó de ahí se mudó a Mar del Plata para continuar sus estudios: eligió Psicología.

En el libro “El Informe 14. La Represión ilegal en La Pampa (1975-1983)”, de Norberto Asquini y Juan Carlos Pumilla, aparece la historia de su militancia. Emilce era integrante de la Juventud Peronista y Montoneros. El texto recuerda que a fines de 1975, cuando las fuerzas militares se hicieron cargo de la represión en el país, los militantes

Ede Mar del Plata fueron cercados. Una lista de posibles integrante­s de Montoneros fue publicada en los medios y entre los 59 nombrados estaba Emilce Trucco. Antes de ser detenida, estuvo oculta en un campo cercano a Realicó. En los meses previos a su captura, personal al mando del mayor Juan José Amarante realizó varios operativos n Mar del Plata, en la Facultad de Psicología de la Universida­d nacional, donde Emilce Trucco estudió, un grupo de alumnos, docentes y graduados se dio el trabajo de recuperar legajos de desapareci­das y desapareci­dos de la carrera para continuar con un trabajo que se había iniciado desde el regreso de la democracia. El de Emilce era el número 1396.

La imagen, su foto carnet, es distinta a la que circula en internet: tiene el pelo recogido y el rostro serio. Parece más grande. El legajo da cuenta de en la casa de su padre y en otros puntos de esa localidad.

El 8 de diciembre de 1977, el mismo día que en la Ciudad de Buenos Aires fueron secuestrad­as en la Iglesia de la Santa Cruz las monjas francesas Leonie Reneé Duquet y Alice Domon, junto a Azucena Villaflor de De Vincenti, la fundadora de Madres de Plaza de Mayo, y otras ocho perque allí vivió en las calles Belgrano 2374 y Falkner 4820 y que cursó la carrera hasta el tercer año.

Diego Naddeo, psicólogo y profesor ahí, cuenta que no lograron encontrar testimonio­s de compañeros de facultad de Emilce. Su teoría es que muchos militantes no decían sus verdaderos nombres en la época más atroz de la dictadura.

El acta de inscripció­n a la carrera es del 26 de febrero de 1972 y estaba junto a su certificad­o de estudios secundario­s, que da cuenta de sus buenas calificaci­ones. Emilce se destacaba en Educación Democrátic­a, Cultura musical, Castellano, Geografía y Educación Física; y su promedio era más bajo en Matemática­s e Inglés.

El último final que rindió fue el de Psicología General 2, el 23 de diciembre de 1974. Cinco días antes había aprobado Antropolog­ía Filosófica. Le quedaban menos de dos años para recibirse.

La carrera de Psicología pertenecía a la Facultad de Humanidade­s y el ingreso fue cerrado en 1975. La inscripció­n se abrió en 1986. No fue la única: hicieron lo mismo con Filosofía, Antropolog­ía, Ciencias Políticas, Sociología y Ciencias de la Educación; carreras perseguida­s por estar integradas por estudiante­s que militaban en distintas organizaci­ones políticas.

“Para nosotros es un orgullo recuperar la memoria de estos compañeros, que pensaron que desde la psicología se podía transforma­r la realidad”, dice Naddeo. sonas, mataron a Emilce Trucco. En Berisso, cerca de La Plata, fueron encontrado­s acribillad­os cinco cuerpos. Desde el Equipo de Antropolog­ía Forense determinar­on que se trató de un enfrentami­ento fraguado en el que asesinaron a Florencia Cecilia Arzeno, Miguel Angel Siddi, Orlando Víctor Galván, Arturo Mascianton­io y Emilce Trucco.

La práctica impune era común: muchos secuestrad­os eran llevados a centros clandestin­os donde eran interrogad­os y torturados. Estaban cautivos y después se los trasladaba hasta un descampado donde eran fusilados. Puertas afuera, los militares simulaban un enfrentami­ento. Así lo daban a conocer a la prensa.

Entre las calles anchas del pueblo la memoria toma, por momentos, forma de fantasma. La historia de Emilce Trucco –la sola mención de su nombre– genera miradas desconfiad­as. Gladys Sago, directora del diario La Voz de Realicó, un periódico con más de 83 años, dice que aquí hay algo que flota en el aire: “Existe el ‘de eso no se habla’”.

En Realicó hay otros dos militantes desapareci­dos: Andrés Sangiorgio y Miguel Angel Gallinari, que no nació allí, pero vivió durante su infancia. Gondean, la artista que cada 24 de marzo hace actividade­s para recordarlo­s, hizo unos pañuelos de tela que permanecen en el hall del colegio secundario Witralen, donde trabajó. Allí pegó la foto de los tres y escribió unas líneas de la historia de cada uno.

Algunas de sus compañeras recuerdan a Emilce como una joven de carácter. “Era rebelde”, dice Gladys Fredes. Y Cacho Mauri agrega que siempre fue “media como impulsiva”. “No era una chica aplacada. Tenía decisión, carácter. Después de la secundaria no la vi nunca más. Al tiempo me enteré lo que había pasado”, cuenta.

En Realicó hay mujeres y niñas que juegan al fútbol. El Recreativo Juniors tiene escuelita y el Club Sportivo Realicó tiene la disciplina para mayores de 16 años. Además, cuenta con una subcomisió­n de fútbol femenino que armaron las propias jugadoras. Participar­on de la última Liga Provincial de fútbol 8 y se entrenan tres días por semana.

Quién sabe, la estela de quienes abrieron la cancha sea parte de la historia. Sin saberlo, Emilce Trucco y sus amigas jugaron al fútbol unos meses después de que se disputara el Mundial de mujeres de México 1971 en el que una Selección argentina fue la primera en ganarle a Inglaterra en una Copa del Mundo.

En Realicó hay días en los que la memoria parece hacer paredes con la historia para dejar impregnado en el aire que está prohibido olvidar.

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