Las prepagas no cortarán servicios ni subirán cuotas
El Gobierno acordó con el sector y se define si se emite un decreto Al igual que en servicios, alquileres y créditos, el Gobierno definió que la medicina privada no podrá interrumpir la atención por falta de pago. Se esperan 250 mil contagios.
El Gobierno está apretando el control sobre los comercios para que respeten la lista de precios máximos que corresponden a los valores del 6 de marzo. En los últimos diez días se realizaron más de 1300 inspecciones conjuntas entre la Secretaría de Comercio y la AFIP en cadenas de supermercados, comercios medianos y chicos, farmacias y sus principales proveedores. Se retrotrajeron precios, labraron actas e incluso se realizaron clausuras temporarias ante incumplimientos. En las últimas horas se produjo un cierre temporal de una sucursal del mayorista Yaguar porque no había aceptado bajar precios. La evaluación oficial del grado de cumplimiento es relativamente buena, aunque el control baja en efectividad en verdulerías y carnicerías, que es donde se está registrando mayor movimiento del sector, redujo Ingresos Brutos para sanatorios y hospitales, recortó el Impuesto al Cheque (a créditos y débitos) de 1,4 al 0,8 por ciento hasta igualarlo con lo que pagan las obras sociales. En las próximas horas se conocerá además un decreto que elimina los derechos de importación a la compra de material, maquinaria e insumos médicos.
El escenario
El Gobierno y el sistema de Salud –público y privado– se preparan para enfrentar un escenario base, si se cumple responsablemente la cuarentena y se aplana la curva de infectados, de 250.000 afectados. Según explicaron a este diario, sobre ese total se analiza una tasa promedio, como la que muestra el mundo en escenarios favorables, de 5 o 6 por ciento de personas que requerirán terapia intensiva (entre 12.500 y 15.000 casos con alto riesgo). “Un 30 por ciento tendrá algún tipo de internación menor y el resto deberá quedarse en casa, como una gripe normal, y aislados”, detallaron desde el sector privado.
El pico de contagios espera a fin de abril y para entonces el objetivo es tener el equipamiento y los insumos necesarios para hacer frente a esa demanda sanitaria. En esto se encuadra la autorización a importar sin aranceles este tipo de material. Pero también se está trabajando en la producción local.
El caso más emblemático es el de los respiradores. Según las estimaciones oficiales, en este momento Argentina cuenta con 8500 camas con respiradores, por lo que el objetivo sería llegar a los 12.500 para estar acorde al escenario base.
Uno de los problemas para la construcción en el país de este instrumental es una placa electrónica cuya patente controla Estados Unidos. A partir de tratativas que hizo el propio ministro de Salud, Ginés González García, se logró destrabar esa situación y la automotriz Toyota comenzará a fabricarlas en su planta de Zárate. La firma está coordinando con proveedores y autopartistas para que la producción del artefacto médico sea posible también en las pequeñas empresas que se ven afectadas por la crisis automotriz a causa del coronavirus. De esta manera, la industria nacional también hace su aporte en estos tiempos de pandemia.
Las empresas de medicina prepaga atienden a 6.200.000 afiliados, de los cuales solo 1.200.000 contrataron el servicio por su cuenta.