Ciencia frente a la pandemia
El Estado como gestor de la transferencia de tecnología
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El rol del Estado como gestor de la transferencia de tecnología y conocimiento fue central para dar respuestas en el ámbito científico durante la pandemia. Así lo consideraron el subsecretario de Relaciones Financieras Internacionales, Christian Asinelli; la subsecretaria de Economía del Conocimiento, María Apólito; la subsecretaria de Emprendedores, Mariela Balbo y el director del Renaper, Santiago Rodriguez durante un encuentro virtual organizado por la Universidad de San Martín (Unsam). También participó el cofundador de la empresa Chemtest, que desarrolló el test de detección rápida de la covid-19, Diego Comerci, quien compartió la mirada de los funcionarios aunque remarcó la importancia de generar instituciones que permitan que la gestión forma efectiva.
“Además de tener buenos investigadores, es importante contar con gestores de la transferencia de esa tecnología. Porque sino, un investigador desarrolla el conocimiento y además debe conseguir financiamiento, salir a venderlo, patentarlo y publicitarlo”, afirma María Apólito, que fue una de las encargadas de que los conocimientos y tecnologías que desarrolló el sistema científico con tanto dinamismo frente a la covid-19 hayan podido llegar a soluciones concretas, tales como mitigar efectos de pandemia, producir insumos esenciales que no se realizaban en Argentina, desarrollar la App Cuidar en tiempo récord, mejorar los diagnósticos, estatal fluya de entre otras. “Cuando una habla de transferencia de conocimiento ve ciertos patrones, que no surgen naturalmente sino que el rol del Estado es importante para viabilizar estas situaciones y esquemas que promuevan y permitan esta transferencia”, refuerza en este sentido Mariela Balbo.
Además de la dificultosa tarea que desarrolló el Estado a través de la sistematización de las transferencias de tecnología, también lo hizo consiguiendo financiamiento de organismos internacionales. En este sentido, el politólogo Christian Asinelli resaltó la importancia del Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento del Banco Mundial
y la ex Corporación Andina de Fomento por su capacidad de respuesta ante las necesidades del país. “Se reestructuraron préstamos que ya estaban aprobados para otro fin, además de que se consiguieron nuevas aprobaciones”, explicó.
“Las instituciones de nuestro sistema de ciencia y técnica (CyT) nacional no han sido concebidas para llevar adelante transferencias de conocimiento exitosas. Hoy en día, los éxitos son por “meritocracia”. Es decir, por la capacidad de autogestión de cada investigador”, retruca Comerci.
El dueño de la empresa que desarrolló el test de detección rápida de la covid-19 destaca que, además de el rol del Estado como gestionador tanto de la sistematización del conocimiento y del financiamiento adecuado para los distintos desarrollos, en los últimos años apareció un actor clave en la escena CyT: los investigadores-empresarios.
Finalmente, Santiago Rodriguez repasó los argumentos expuestos por los protagonistas de la innovación a merced de un solo fin: conseguir la soberanía tecnológica. Es decir, conseguir grados de libertad para la toma de decisiones y gran capacidad para apropiarse del conocimiento. En este sentido, remarcó que la idea de dicotomía acerca de si un desarrollo es local o extranjero, ya resulta antigua. Hoy en día, las preguntas tienen que hacer foco en ¿Cuál es el conocimiento que queremos apropiarnos? ¿Con qué estrategia? ¿Cómo hacemos para articular conocimiento extranjero con el local?