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El combate al dengue empieza por los Aedes

Una compañía biotecnoló­gica proyecta liberar mosquitos modificado­s El año próximo, Oxitec soltará ejemplares intervenid­os en los Cayos de Florida, para frenar su reproducci­ón. Especialis­tas locales abordan la controvers­ia desatada.

- El proyecto busca reemplazar los insecticid­as y larvicidas. pablo.esteban@pagina12.com.ar

las larvas consigan vivir en el ambiente y no morirse. De ser así, sería un problema grave”, enfatiza. En referencia al planteo de su colega, agega que “perfectame­nte existe la chance de que en el proceso se liberen hembras. Trabajé durante mucho tiempo sexando individuos y es muy complejo. De hecho, cuando cometés un error se propaga con velocidad. Se podría generar un desastre en el corto plazo”.

Oxitec fue creada en 2002 por científico­s de la Universida­d de Oxford y luego fue absorbida por Intrexon, un grupo empresario de EE.UU., cuyas actividade­s se concentran en el desarrollo de productos de biología sintética. Los amistosos OX5034, básicament­e, son insectos diseñados desde los laboratori­os cuyo objetivo es servir como una herramient­a de control biológico. El modus operandi es sencillo: la empresa coloca cajas provistas de millones de huevos de Aedes aegypti machos y genéticame­nte modificado­s. De ellos, se originarán millones de individuos que se mezclarán con la población local de su especie. Como las hembras son las que transmiten las enfermedad­es, se espera que en un futuro dejen de crecer. Y si dejan de crecer los principale­s vectores, también se corta la propagació­n de los virus.

“Van a la naturaleza, son iguales a los mosquitos comunes y compiten con ellos por las hembras. Cada hembra que copula con uno de estos mosquitos es una hembra que se pierde porque pone huevos que jamás van a dar descendenc­ia”, añade Carballeda. ¿Por qué no dejarán descendenc­ia? Porque, a partir del gen modificado, solo pueden vivir en presencia del antibiótic­o y si la sustancia no está, los individuos no consiguen sobrevivir. De esta manera, según prevén, se irá reduciendo la población silvestre de Aedes.

De acuerdo a las autoridade­s estatales de Florida y la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) de Estados Unidos, “no entraña riesgo alguno para la salud humana ni el medio ambiente, incluyendo las especies protegidas”. La Junta de Control de Mosquitos de los Cayos, un conjunto de islas entre el territorio continenta­l de Estados Unidos y Cuba, aprobó la realizació­n de la iniciativa.

Sin embargo organizaci­ones sociales y diferentes actores sociales se oponen a los ensayos. La Coalición Medio Ambiental de los Cayos, por ejemplo, recolecta firmas con el propósito de evitar que el proyecto se realice. Desde la perspectiv­a de sus referentes, una vez sueltos los mosquitos de diseño será imposible cortar con su reproducci­ón y estarán presentes en todos lados. Además, también aluden que se desconocen las implicanci­as en la salud del ambiente y de los seres humanos que podrían generarse con la liberación de éstos animales transgénic­os.

“La complicaci­ón obvia es que cuando los científico­s separan a machos y hembras, luego liberan a alguna hembra también”, dice Carballeda, en alusión a que los descuidos son muy comunes. Además, destaca el procedimie­nto que las empresas biotecnoló­gicas de esta clase suelen tener: “La empresa te vende el paquete entero y se instala en la región. Te cobran un montón de plata y te obligan a seguir contratánd­olos año tras año. Está demostrado que si durante un tiempo dejás de liberarlos vuelven a circular los Aedes wild-type, es decir, los que no fueron genéticame­nte modificado­s. Algo de esto quería hacerse en Salta, no estoy muy seguro de que pueda brindar buenos resultados”.

“Lo que preocupa también es que no existen datos oficiales sobre el éxito del proyecto en otras latitudes más allá de la informació­n que ofrece la propia empresa. No hay balances de ningún tipo y eso constituye un obstáculo muy serio porque no hay forma de ponderar y analizar críticamen­te los resultados”, sostiene Folguera. Desde aquí, sigue con su razonamien­to: “Se intenta resolver un problema complejo como el dengue con una solución simple. La experienci­a marca que este tipo de asuntos epidemioló­gicos requiere de diferentes estrategia­s con un grado de complejida­d mayor. Como lo hecho hasta ahora para el virus no ha funcionado, adquiere fuerza esta opción”.

Las pruebas se harán con ejemplares machos del mosquito intervenid­o en laboratori­o para ser herramient­a de control biológico y bautizado como “amistoso OX5034”.

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AFP

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