Inquilinos en emergencia
Menos ingresos, más deudas y atrasos en el pago del alquiler
tir de febrero de febrero 2021. En los casos donde hubiera deudas por falta de pago, será la misma cantidad de cuotas, pero con intereses.
A quienes se les hubiera terminado el contrato en estos meses, se les prorroga automáticamente hasta el 31 de enero, con el mismo valor. Los contratos alcanzados son los de vivienda, pero también inmuebles utilizados por monotributistas, autónomos, pymes, cooperativas y para actividades culturales/comunitarias.
La medida fue celebrada por las agrupaciones de inquilinos. “Estamos contentos en un momento de tanta incertidumbre, esto es un alivio”, aseguró a este diario Gervasio Muñoz, presidente de la Federación de Inquilinos. Según datos elaborados por la entidad Inquilinos Agrupados, hay 700 mil personas que hubieran sido desalojadas de no extenderse el decreto. Con aumento del desempleo y de suspensiones laborales y @
En el AMBA el 66, 6 por ciento de los hogares habitados por inquilinos vieron reducidos sus ingresos durante la pandemia, al tiempo que el 42,3 por ciento tiene deudas de alquiler, número que asciende a 51 por ciento entre los hogares que reciben Asignación Universal por Hijo (AUH). Así lo afirma un estudio que alerta sobre la situación crítica de los hogares inquilinos elaborado por el Instituto de Altos Estudios Sociales (Idaes) de la Universidad de San Martín en conjunto con el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) entre el 31 de agosto y el 15 de septiembre.
Uno de cada cuatro inquilinos del AMBA tuvieron retrasos en el pago de expensas, servicios o impuestos. Los inquilinos que recibieron ayuda del Estado (IFE, AUH o ATP) usaron el dinero de origen estatal para pagar el alquiler (40 por ciento), pagar gastos cotidianos, servicios e impuestos (28 por ciento) y para pagar deudas (18 por ciento).
El 55 por ciento de los hogares inquilinos tuvieron que pedir dinero prestado a sus familiares, amigos y conocidos y el 80 por ciento que tomó deuda lo hizo para pagar gastos cotidianos, el 61 por ciento para devolver deudas previas con familiares, amigos y conocidos y 54 por ciento para pagar expensas, servicios e impuestos. Del total de hogares inquilinos que registran algún tipo de deuda en el alquiler, el 52 por ciento considera que no podrá permanecer en la misma vivienda en los próximos seis meses.
El informe afirma que el 49 por ciento de los hogares destina más ingresos para pagar el alquiler desde comienzo de pandemia. Cuando en el hogar hay beneficiarios de la AUH, este porcentaje alcanza al 55 por ciento.
“Cuando la crisis se profundiza y la situación de los hogares se agrava por las deudas acumuladas es indispensable que medidas como la suspensión de los desalojos y de aumentos se sostengan”, sentenciaron desde el CELS. aseguraron que estas decisiones “sólo sirven para desincentivar la oferta de inmuebles para alquileres de vivienda, generando, en última instancia, un perjuicio para los propios inquilinos a los que se dice querer defender”.
De hecho, durante la cuarentena, mientras rigió el decreto de alquileres, también se sancionó la nueva ley en julio. Desde ese momento, los alquileres subieron 19,2 por ciento y la oferta cayó hasta 26 por ciento, según los distintos sitios web del mercado.
En este sentido, los inquilinos podrían encontrarse en el mismo laberinto cuando finalice la prórroga. Por este motivo, piden un programa de desendeudamiento, ya sea con créditos a tasas blandas. A diferencia del caso de los créditos UVA, donde todos los hipotecados están bancarizados, en el mercado de alquileres no hay estadísticas fehacientes de los contratos, debido a la alta informalidad.