Tribunales de honor
La formación de Tribunales de Honor a los militares condenados por el terrorismo de Estado fue un reclamo expreso de Crysol al expresidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, cuando éste asumió su segundo mandato en marzo de 2015. Se empezaron a llevar a cabo en casos donde existe una sentencia firme. “Los Tribunales de Honor que se han llevado a cabo por causas de condenas del poder judicial han sido totalmente desnaturalizados en algunos casos, y en otros no han sancionado como correspondía, tal el caso del coronel Luis Maurente, recientemente fallecido”, sostuvo Gastón Grisoni, presidente de Crysol. “Hubo un Tribunal de Honor en un procesamiento de 2006 a Gilberto Vázquez, y éste hombre dijo que había torturado y ejecutado gente, confesó conductas que en general ellos no admiten en los juzgados. En otro Tribunal de Honor donde se juzgó a José Nino Gavazzo, él admitió haber fondeado el cuerpo de un desaparecido en el Río Negro. Esos son los que han dado mayor jugo en términos de aparición de nuevos elementos. Entiendo que que en esa linea Crysol realiza este pedido”, planteó Raúl Olivera, coordinador del Observatorio Luz Ibarburu (OLI).Olivera, sin embargo, es cauto respecto a los beneficios que puede ofrecer dicho instrumento. “Lo que se juzga en general es si se afecta o no el honor de las Fuerzas Armadas. Entonces cuando a alguno de ellos se les va la boca, los jueces que mayormente son generales, tratan de desviarlo para que no sigan hablando”, argumentó el coordinador del OLI. Cuando aparece una conducta presumiblemente delictiva se debe informar al superior y éste tiene que rendir cuentas ante la justicia, algo que nunca sucede en Uruguay. “Hay una opacidad importante con relación a lo que ocurre en estos tribunales”, concluyó el dirigente del OLI.