Podoroska no pudo con la polaca Swiatek
La rosarina se quedó en las semifinales de torneo
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Cuando Nadia Podoroska arribó a París lo hizo con la ilusión de atravesar la clasificación de Roland Garros y disputar su segundo cuadro principal en un Grand Slam. Tenía el tanque lleno de combustible físico y anímico, pero jamás se imaginó el cuento de hadas que le tocaría vivir.
La rosarina llegó como la 131ª del ranking mundial y, tras su paso por el certamen parisino, aparecerá como la 48ª en la próxima actualización oficial del listado WTA. Desató su propia revolución en Francia: ganó los tres partidos de la qualy y logró otras cinco victorias en el cuadro para instalarse en las semifinales, con un triunfo incluido ante la ucraniana Elina Svitolina, la número cinco del mundo.
Sólo pudo frenarla Iga Swiatek, una bombardera de 19 años que avisó que, más pronto que tarde, se sentará en la mesa chica de la elite mundial y que el sábado definirá el título ante la campeona de AusNacida tralia, la estadounidense Sofia Kenin (venció 6-4 y 7-5 a la checa Petra Kvitova). Campeona olímpica de la juventud en dobles femenino en Buenos Aires 2018, la joya polaca se impuso sin atenuantes 6-2 y 6-1.
Pero Podoroska irradia felicidad: “Lo que me hace sonreír es que lo disfruté. Esto no va a cambiar mi vida, voy a ser la misma”. Estas semanas exhibió un temple emocional explicado desde la filosofía y el trabajo mental: la rosarina es fanática de Darío Sztajnszrajber, quien le había dedicado unas palabras por el momento personal. “Ojalá pueda intercambiar mensajes con él; siento admiración hacia su trabajo. Me encanta cómo habla y para mí es un compañero de viaje”, le dijo a PáginaI12.
hace 23 años en el barrio rosarino de Fisherton, Podoroska debió sortear en el camino varias dificultades que frustraron sus objetivos. Años atrás, tras superar la clasificación del US Open 2016, aparecerían los impedimentos físicos: a principios de 2017 tuvo un problema en la cadera, en Roland Garros de aquella temporada sufrió en la zona abdominal y después surgió una lesión complicada en la muñeca derecha.
Sin embargo, la Peque volvió y recuperó la confianza hacia mediados de 2018. Por eso este logro tiene un doble mérito porque el espejo retrovisor refleja lesiones y problemas económicos. La realidad, en adelante, será diferente: el nuevo ranking le dará mayor estabilidad monetaria y acceso a los torneos más importantes. Costará dimensionar lo que consiguió Podoroska. Los sueños están para hacerse realidad y la rosarina demostró que todo es posible. Esto recién empieza.