1981, el mejor año de Diego en Argentina
Saltó de Argentinos Juniors a Boca, con el que fue campeón y figura Aquel equipo dirigido por Silvio Marzolini, en el que Maradona contó con Brindisi como socio ideal, peleó el torneo con el inolvidable Ferro de Carlos Griguol.
bió postergarse. Boca fue campeón en la última fecha, tras empatar 1 a 1 con Racing. Así quedó con 50 puntos contra 49 de Ferro. Newell’s y River fueron los terceros con 39.
Para esa temporada River incorporó a Mario Alberto Kempes para contrarrestar el equipo de figuras que tenía Boca. También estaban Fillol, J J López, Merlo, Passarella, Gallego y Alonso. En pleno proceso militar y con una economía devastada, aquellas operaciones significaron pérdidas para los dos clubes. Diego se fue al Barcelona al año siguiente y Kempes regresó al Valencia.
Aquel Boca contaba con Hugo Gatti, Marcelo Trobbiani, el Pichi Escudero, el Chino Benítez, Oscar Ruggeri, Miguel Brindisi y el histórico Roberto Mouzo. Era un equipazo. Pero la figura de Maradona eclipsó a todos.
“El pase lo inventé yo… ¡Y Boca no tenía un sope para pagarme!”, diría tiempo después Maradona en su libro Yo soy el Diego de la gente, escrito por los periodistas Daniel Arcucci y Ernesto Cherquis Bialo. Aragón Cabrera, el presidente de River en ese momento, quería llevarse a Maradona y hasta había conversado con el representante Jorge Cyterszpiller. La propuesta era pagarle igual que al Pato Fillol. “Era una situación rara: River con toda la plata y sin mis ganas; Boca, sin un mango y con toda mi pasión”, les diría Diego a los autores.
Aquella transferencia significaría los primeros grandes dineros en la vida de Maradona. “Lo que sí pasé fue de una vida a otra. Yo era famoso ya, pero nunca imaginé que ponerme la camiseta de Boca iba a significar para mí un cambio tan grande. De esa época es que yo no puedo ir a comer a un restaurante sin que se rompa algo, o se amontonen doscientas mil personas, o me pidan cuatro mil autógrafos. Para esa época, yo ya me había mudado de la casita de Argerich a otra más grande, en la calle Lascano. El Fiat 125 también me había quedado chico, ya andaba en Mercedes Benz”, les recordó a Arcucci y Cherquis Bialo.
Aquel torneo fue el de su primer gol a River, en La Bombonera, una noche de lluvia (10 de abril) en la que dejó tirados tras amagues a Fillol y Tarantini. Brindisi hizo los otros goles para el 3 a 0 final. Fue también la temporada en la que la barra brava, liderada por José Barrita, El Abuelo, fue a apretar al plantel en la concentración de La Candela. Con el único jugador que no se metieron fue con Diego.
Casi veinte años después, Roberto Fontanarrosa recordaría a ese equipo: “Diego siempre estuvo volviendo, con un mechón rubio o asomado a un palco de la Bombonera, medio cuerpo afuera, el torso desnudo, casi a punto de caerse, como para que todos supieran que nunca se había marchado”.